Así quedó el pobre autito después del accidente y que le carnearon hasta el “alma”. (Foto: Gentileza)
Una cosa es arrancar un limpiaparabrisas y pegarte el raje. O por ahí meterle mano al capó (no el que canta) y sacar la batería o el radiador. Hasta ahí, todavía se puede creer. Pero que alguien se lleve la caja automática de un auto y que nadie haya visto ni oído nada, difícil… Así lo entendió el fiscal que abrió una causa por una carneada monumental de un cochecito e imputó a cuatro personas.
Todo comenzó con un accidente de los tantos que se dan en Encarnación. Los autos involucrados fueron a parar al corralón una vez que pasó por el lugar la grúa para trasladar los dos móviles involucrados. Para retirarlos, había que poner “platita”. Entonces, la dueña de un Vitz comenzó a juntar como podía.
Cuando por fin consiguió un “descuento’i” y tener lo que le pedían, se fue a intentar recuperar su vehículo. Pero grande fue su sorpresa cuando se dio cuenta que no el cenicero le dejaron. “El retiro de una caja no pudo haber pasado desapercibido para estas personas, si bien el perímetro no cuenta con cámaras, los despojos que sufrió el vehículo, difícilmente no pase por el frente de ellos”, explicó el fiscal Luis Albertini, en una entrevista con la emisora 1020 AM.
Ya fueron imputados cuatro funcionarios: el encargado del taller y tres guardias de seguridad que estaban turno. Según el informe, sustrajeron el motor, la caja y otras partes del automóvil siniestrado y retenido por la comuna.