Desde junio de este año, los pobladores de Yegros, departamento de Caazapá, comenzaron a denunciar la mortandad de peces en el río Pirapó, específicamente en la zona del puente Carballo, de la compañía Pindoyú.
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Los lugareños de la mencionada localidad insisten en que el responsable de la contaminación es el supuesto vertido de desechos industriales en la zona de la compañía San Antonio, distrito de Gral. Morínigo, donde funciona un ingenio alcoholero.
Llamativamente, en el tramo de 60 km, que es la distancia entre la planta fabril y la compañía Pindoyú, no aparecieron peces muertos. La mortandad solamente se da en la zona del puente Carballo, ubicado sobre el Pirapó, en el tramo viejo de la ruta 8 Blas Garay.
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La fiscal ambiental del departamento de Caazapá, Liza Maricel Baeza, afirmó que no es como dicen los pobladores de Yegros, ya que se está trabajando en el caso.
Yegros: a la espera de una decisión
“Tenemos plazos procesales que cumplir, estamos investigando un delito, no tenemos otras atribuciones administrativas, y los resultados de las muestras recogidas en su oportunidad, que son nuestras evidencias principales, recién nos están enviando”, fundamentó.
Los resultados, que provienen del Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN), del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), y de otras entidades, serán remitidos a nuestros especialistas del Ministerio Público para que nos den un dictamen al respecto. Recién con los resultados agregados al expediente se tomará una decisión, aseguró la agente fiscal.
La fiscala ambiental manifestó también que, precisamente para que haya transparencia, cuando nos constituimos en la fábrica de alcohol, al inicio del proceso, permitimos el ingreso de Óscar Carballo, quien representó a los pobladores de Yegros durante el allanamiento. En esa oportunidad, no encontramos evidencia del supuesto vertido de desechos industriales en el río Pirapó, que está a 3 km de distancia, y él estuvo presente, dijo finalmente la fiscala.
Causas naturales
La mortandad de peces en dicho cauce hídrico podría estar relacionada con una combinación de factores ambientales adversos, según especialistas. El bajo nivel del caudal del río Pirapó, junto con una elevada temperatura del agua, parecen haber creado un entorno inhóspito para la vida acuática.
La falta de oxígeno, que suele ser más frecuente en aguas cálidas, sumada al hecho de que el evento ocurrió en un solo lugar específico, refuerza la teoría de que se trata de un fenómeno natural, indicaron nuestras fuentes.
Las altas temperaturas reducen la capacidad del agua para retener oxígeno, lo que afecta a los peces y otras formas de vida acuática, especialmente en aguas poco profundas o estancadas.