The Wild Robot lleva algún tiempo en los cines de todo el mundo, pero aquí en el Reino Unido no se ha estrenado hasta este fin de semana. Como no quería ponerme un parche en el ojo y adentrarme en las traicioneras aguas de la piratería, esperé mi momento, evité los spoilers y ahora por fin puedo decir que entiendo por qué la gente dice que es la mejor película de DreamWorks de todos los tiempos.
No estoy de acuerdo con ellos, no del todo, ya que sigo pensando que Kung Fu Panda y Cómo entrenar a tu dragón siguen siendo obras maestras, pero a Dios pongo por testigo que The Wild Robot se les acerca. En la película, Lupita Nyong’o interpreta a una servicial robot que llega a una isla deshabitada. Es decir, deshabitada por la gente, ya que en la isla viven un montón de animales, a ninguno de los cuales les hace gracia que esta lata de conservas destrozada irrumpa en su tranquilidad natural. A raíz de una situación que no desvelaré, el robot (Roz) queda al cuidado de un joven polluelo, al que debe criar para que pueda emigrar antes del invierno.
La historia original de The Wild Robot es un libro infantil, lo que explica que la trama sea tan sencilla. No hay un pasado retorcido para Roz, ni una zona gris en la que se encaje. Es un robot, y Nyong’o la interpreta de forma brillante. Nunca da demasiadas emociones, nunca actúa como si hubiera una persona real ahí debajo. Por supuesto, eso no significa que Roz no sea un personaje adorable, que crece en profundidad emocional, pero da la sensación de que Nyong’o realmente se esforzó al máximo para recrear un sentimiento robótico dentro de nuestra protagonista. Los demás dobladores de la película también hacen un gran trabajo, con un elenco que incluye a Pedro Pascal como un zorro astuto, Billy Nighy como un ganso anciano y el siempre adorable Matt Berry como un castor que me recordó a un extraño compañero que tuve en mi primer trabajo.
Publicidad:
El reparto de voces hace un gran trabajo, pero no es suficiente para sostener la película. Desde el principio, verás que la verdadera estrella de The Wild Robot son sus efectos visuales. La película es simplemente magnífica, y DreamWorks sigue utilizando el mismo estilo visual vibrante que utilizó en El Gato con Botas: El último deseo. Los colores estallan, los personajes parecen más vivos que nunca, y te permite implicarte a un nivel emocional con más facilidad. Es una razón importante por la que me atrae tanto la animación, y por la que creo que DreamWorks crea a menudo algunas de las películas y personajes más memorables de los últimos diez o quince años.
The Wild Robot es una película emotiva, y no teme tocarte la fibra sensible. De los cinco amigos con los que fui, tres tenían lágrimas en los ojos o rodaban por sus mejillas durante la película. Solo otro amigo y yo permanecimos estoicos, pero la película sabe cómo atraparte. Utilizando una banda sonora brillante combinada con la puesta a prueba de tus emociones justo en el momento perfecto, hizo que la mayoría de los espectadores de mi sala echaran mano de la caja de pañuelos antes de que salieran los créditos. Debo decir que la película alcanza su punto álgido emocional bastante pronto, y me preguntaba extrañado si estaba a punto de terminar hacia la mitad, lo que creó una extraña sensación en el cine, como si estuviera viendo una secuencia de créditos finales superalargada.
Aparte de esta pequeña queja, el ritmo de la película es muy bueno. La hora y media pasa volando, y parece que hay mucho que contar. Una vez más, la trama es sencilla, lo que permite a toda la familia seguirla sin tener que lanzar colores brillantes a los niños cada pocos minutos para mantenerlos entretenidos, pero también hay giros y sorpresas que evitan que te aburras. Todo sigue siendo bastante predecible, pero The Wild Robot es una película tan encantadora y conmovedora que no se puede criticar su sencillez cuando se utiliza en su beneficio.
Publicidad:
Después de que Ruby Gillman: Kraken adolescente me dejara un poco preocupado por la deriva de DreamWorks, The Wild Robot demuestra una vez más por qué este estudio necesita quedarse. Después de ver Del Revés 2 y The Wild Robot, puedo decirte con seguridad qué película se merece los miles de millones, y no es la que te tiene rascándote la cabeza sobre las reglas con las que viven las emociones durante la mitad de la película (aunque también sea muy buena). Solo puedo esperar que The Wild Robot se lleve también el reconocimiento que merece en taquilla y premios, y que inicie un nuevo patrón de excelencia para DreamWorks en el futuro.