En la etapa de moción de preferencias, el diputado Mauricio Espínola (ANR, Fuerza Republicana) solicitó adelantar del punto 19 (último de todos) al seis el proyecto de resolución para eliminar la comisión “garrote” y dejar sin efecto sus actuaciones. Sin embargo, inmediatamente se opuso la líder de bancada de Honor Colorado, diputada Rocío Abed (ANR, cartista).
“Podemos pio tocar para debatir? Ya sabemos que vamos a perder, pero podemos debatir un poquitito… no cuesta nada”, dijo Espínola, aunque sin éxito.
Varios disidentes pidieron al menos discutir el tema y exponer sus argumento, ya que eran conscientes que difícilmente tengan los votos, y ni aún así lograron disuadir a la mayoría cartista, que tiene la clara intención para sostener esta comisión que se dedicó a perseguir a enemigos políticos; principalmente a organizaciones sociales y medios de comunicación críticos al Gobierno de Santiago Peña.
“Tenemos una comisión que está intentando instrumentalizar las instituciones públicas para llevar adelante una vendetta política y una persecución, entonces tenemos que adelantar el tratamiento porque es urgente. Se está persiguiendo a ciudadanos, se está filtrando información privada de personas y se están cometiendo un montón de abusos desde el Congreso”, argumentó el diputado Raúl Benítez (Independiente), uno de los principales impulsores de la iniciativa.
Benítez remarcó que “ninguna persona, diputado, senador, nadie del Poder Ejecutivo u otra institución tiene licencia para perseguir, la mayoría no puede tener licencia para matar. Es la democracia versus el autoritarismo”, agre
Por su parte, la diputada Johanna Ortega (Partido País Solidario) se sumó a la crítica, lamentando que “se está manoseando una garantía que tenemos como poder legislativo de realizar verdaderas investigaciones”, desvirtuando trabajos realmente responsables como fue en el caso Messer, por ejemplo.
La diputada Rocío Vallejo (Partido Patria Querida) por su parte enfatizó que el nombre de comisión “garrote”, le calza perfectamente por su manera de operar hasta ahora y que pretenden ampliar con la Ley contra las ONG, que es incluso cuestionada por organismos internacionales.
“Esta comisión garrote, muy bien identificada con ese nombre, tuvo como único objetivo llevar a la práctica lo que dice esa ley, es el único objetivo, muy centrado, muy direccionado sin tener en cuentas las miles de organizaciones, que además de estas que están investigando, trabajan correctamente”, dijo Vallejo.
Finalmente, la mayoría cartista rechazó el adelantamiento, manteniendo relegado al último punto del orden del día, en una sesión que quedó sin quórum y que el plan de eliminar a la CBI no sea tratado en la fecha.