La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha anunciado una medida que podría transformar por completo el panorama laboral en España: la reducción de la jornada semanal a 37,5 horas. Esta modificación se impulsará mediante un anteproyecto de ley y será tramitado de urgencia en el Parlamento, lo que marca un hito en las negociaciones que se mantienen desde hace meses con patronal y sindicatos.
Tras la última reunión del Consejo de Ministros, la también ministra de Trabajo y Economía Social reafirmó su compromiso con la causa: “Voy a seguir negociando y no me voy a levantar de la mesa y creo que hay avances en la mesa”, afirmó Díaz, mostrando su total confianza en un acuerdo tripartito entre Gobierno, sindicatos y patronal.
Como cabía esperar, la senda hacia la aprobación definitiva de esta medida se presenta todavía complicada, especialmente debido a las reticencias de la patronal y la necesidad de reunir apoyos suficientes en un Parlamento fragmentado.
Más de 12 millones de trabajadores beneficiados
Díaz ha dejado claro que más de 12 millones de trabajadores se beneficiarán de esta reducción de jornada. Entre ellos, un grupo significativo de trabajadores a tiempo parcial, mayoritariamente mujeres, verá aumentada automáticamente su nómina, ya que su salario por hora subirá con la reducción de horas. Este es un factor clave que el Gobierno ha destacado como una victoria para la igualdad laboral y de género.
Uno de los principales obstáculos para la implementación de esta medida es la resistencia de las micro y pequeñas empresas, que temen no poder mantener los niveles de productividad con menos horas laborales. Para contrarrestar estas preocupaciones, el Ministerio de Trabajo ha diseñado un plan de ayudas y formación, orientado a que las empresas puedan reorganizarse y optimizar su productividad. De esta manera, se ofrecerán cursos y asesoramiento para que las compañías aprendan a hacer más con menos horas, un desafío que Díaz considera clave para ganar competitividad.
Registro horario: adiós al papel y boli
Además de la reducción de jornada, Trabajo ha anunciado cambios importantes en el registro horario de los empleados, implementado en 2019. El Gobierno pretende digitalizar completamente estos procesos, eliminando la opción de que las empresas los lleven a cabo en papel. Esto, a su vez, permitirá que la Inspección de Trabajo acceda de forma remota a los registros en cualquier momento, facilitando la detección de fraudes o incumplimientos en los horarios laborales.
Dicho cambio, según fuentes ministeriales, es esencial para evitar que las empresas manipulen los datos y escondan excesos de jornada, algo que a menudo era difícil de detectar con los sistemas actuales, ya que los inspectores debían presentarse físicamente en las empresas para revisar los registros.
¿Cuándo entrará en vigor la nueva jornada laboral?
La decisión de tramitar esta medida mediante un proyecto de ley, en lugar de un real decreto, implica que difícilmente se aprobará antes de que termine 2024, según fuentes cercanas al Ministerio de Trabajo. Aun así, el compromiso del Gobierno es firme: la meta es que el 31 de diciembre de 2025 todas las empresas en España, sin excepción, reduzcan la jornada de sus empleados a 37,5 horas semanales.
Esto significa que las empresas que actualmente operan con jornadas de 40 horas no tendrán un paso intermedio, como se había planteado inicialmente con una reducción a 38,5 horas. Todo el cambio se activará de una sola vez.
¿Qué viene después?
Las negociaciones continúan y, aunque Díaz ha evitado establecer plazos concretos, la presión sobre la patronal y el propio Gobierno aumenta. Los sindicatos, por su parte, están dispuestos a intensificar las movilizaciones para acelerar el proceso y garantizar que la medida entre en vigor lo antes posible.
El reto ahora es encontrar un punto de equilibrio entre las demandas de ambas partes y la capacidad del Gobierno de aglutinar apoyos en el Congreso para que la ley vea la luz. Mientras tanto, millones de trabajadores aguardan con expectativas a que este cambio se haga efectivo en sus respectivas vidas laborales.