Una de las herramientas que disponen las entidades para salvaguardar sus indicadores y la categoría de los clientes en el sistema financiero es la cartera conocida como las 3R compuesta por los créditos renovados, refinanciados y reestructurados.
Los créditos renovados corresponden a aquellos con un retraso que varía entre 1 y 60 días.
Si el deudor paga los intereses y otros cargos correspondientes en ese período, se suspenden los días de atraso, permitiendo así que el préstamo continúe sin registrar mora ni alterar la estructura del crédito.
Los refinanciados aplican cuando el atraso supera los 60 días. Para que se suspendan los días de mora, el deudor debe abonar tanto los intereses y cargos pendientes como un mínimo del 10% del capital en mora.
Este proceso ajusta las condiciones del crédito para facilitar su cumplimiento. Se aplica para prevenir la mora y mantener la salud de la cartera crediticia.
En el reestructurado se modifican las características del préstamo, como el plazo de pago, el monto de las cuotas o la tasa de interés.
Para que los días de atraso se detengan, el deudor debe realizar un pago conforme a lo establecido por la normativa en relación con los días de mora.
Esta medida busca adecuar las condiciones del crédito a la situación del deudor y lograr de esa manera la recuperación del crédito a largo plazo.
Comportamiento de la cartera RRR
Conforme con datos del BCP, los créditos renovados, refinanciados y reestructurados a agosto de este 2024 representaron 14,27% de la cartera de préstamos totales del sistema bancario. Pasaron de G. 18,741 billones en agosto de 2023 a G. 22,522 billones (alrededor de US$ 3.000 millones) al último informe, registrando un crecimiento del 20,18%. El aumento demuestra un panorama expansivo en términos de medidas de alivio financiero, señalando un entorno económico que sigue ajustándose y evolucionando a medida que se implementan políticas de recuperación para determinados sectores de la economía.
Al desagregar por sistemas privado y público, el total de créditos RRR en bancos privados tuvo un incremento del 18,48%, ubicándose en G. 18,982 billones (más de US$ 2.500 millones) al octavo mes del presente año. Mientras que la participación estatal bajo la cartera de renovados, refinanciados y reestructurados aumentó significativamente de G. 2,718 billones en 2023 a G. 3,540 billones en 2024 (unos US$ 500 millones), lo que equivale a un crecimiento del 30,21%.
En cuanto a los créditos afectados por la medida excepcional covid-19 vigente ascendió a G. 1,548 billones en 2024, mientras que los créditos bajo la misma modalidad, pero vencida se ubicaron en G. 317.353 millones este año. El total combinado de estas medidas (vigente y vencida) totalizó G. 1,865 billones en 2024 o aproximadamente US$ 250 millones.
Los datos revelan la continuidad de los efectos de la pandemia en la economía y el esfuerzo por mantener las facilidades crediticias. Además, la variación pone en evidencia que, aunque algunas medidas han caducado, el sistema financiero sigue utilizando herramientas de alivio para mitigar los efectos económicos.
En la edición de mañana se desagregará el comportamiento y la participación de las 3R en la cartera total de créditos del sistema bancario paraguayo.