El novenario de esta festividad inició el 9 de octubre y finaliza esta tarde a las 19:00 con el rezo del rosario seguido de la misa a las 20:00, que será presidida por el padre Alcides Rodríguez. Luego a las 21:00 se tendrá la tradicional serenata a la Virgen de Schoenstatt.
El reverendo Oscar Saldívar, explicó que cada 18 octubre, desde hace 43 años, numerosos feligreses celebran con fe y devoción el Día de la Alianza de Amor con la Virgen, en el santuario nacional de Tupãrenda. Detalló que esperan con entusiasmo a los devotos para que sean partícipes de esta tradición que une a tantas familias.
Resaltó que el carisma del movimiento es la fe en la providencia de Dios y se piensa que es así porque el centro de la espiritualidad es consagrar a la Virgen María, en la que se denomina alianza de amor.
“La alianza de amor con María nos va educando, nos va capacitando para ir descubriendo en lo cotidiano la presencia de Dios”, expresó el padre Saldívar. Hizo extensiva la invitación a las familias para que puedan participar de las celebraciones.
Este movimiento se encuentra en los santuarios de Tupãrenda, Asunción y Terruño de Ciudad del Este.
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9:00: Misa por el trabajo celebrará Monseñor Joaquín Robledo, obispo de la diócesis de San Lorenzo.
11:30: Misa por la juventud presidirá el padre Lucas Chiappe.
16:00: Misa por la salud oficiará el padre Oscar Saldivar.
20:00: Misa por la familia estará a cargo de monseñor Francisco Pistilli, obispo de la diócesis de Encarnación.
Los datos históricos indican que el Movimiento Apostólico de Schoenstatt, que difunde la devoción a la Virgen, empezó en tiempos de la Primera Guerra Mundial, específicamente el 18 de octubre de 1914. En esa fecha, el sacerdote alemán José Kentenich y un grupo de jóvenes estudiantes sellaron una alianza de amor con la Virgen, pidiendo que ella se estableciera de una forma especial en una capillita y que está fuera el centro de peregrinación.
En Paraguay, este movimiento se inició en 1959 con un reducido grupo de jóvenes. De allí surgieron dos vocaciones: Claudio Giménez (obispo emérito de Caacupé) y Antonio Cosp (fallecido recientemente). Este movimiento entró en una etapa refractaria hasta que fue refundado en 1974, cuando regresaron de Alemania los ya ordenados padres Giménez, Cosp y el suizo Nicolás Schwizer. Desde entonces hasta hoy, se ha dado un gran crecimiento.