Introvertido a la primeras de cambio, abierto y distendido al poco de entrar en materia. Es un hombre feliz y está, como él mismo reconoce, “encantado de la vida” en Vila-real y en el Villarreal CF. Ayoze Pérez es uno de esos futbolistas a los que no se le sube la fama a la cabeza, es igual de humilde en su barrio en su Santa Cruz de Tenerife natal, que jugando con unos niños que le abordan en la Ciudad Deportiva que cuando está concentrado con la selección.
Es un goleador, un campeón de Europa que tiene los pies en el suelo y que gana en las distancias cortas, porque hacia fuera es incluso hasta tímido. Sonríe, se considera un afortunado por la profesión que desempeña y considera que ha caído de pie en el Submarino, club que apostó fuerte por él teniendo que tomar una decisión muy dura, como fue dejar el Betis, donde “estaba muy a gusto”.
El ariete canario aprovechó el parón de selecciones, en el que se está recuperando de un problema muscular en el cuádriceps, para atender a Mediterráneo en la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza, donde analizó pasado, presente y el prometedor futuro que espera tener en esta nueva etapa.
Usted parece estar bendecido. Seis goles en siete partidos, le quiere la gente, va a la selección… Ha sido llegar y besar el santo.
La verdad es que he caído de pie desde que he llegado al Villarreal. Dicen que el mejor nivel físico y mental en un deportista de élite llega entre los 29 y los 33 años. Me siento muy bien físicamente, con mucha confianza en lo mental y estoy en un gran momento en lo personal. No me esperaba tener un rendimiento inmediato tan bueno.
Bueno, bueno, no sea tan humilde. Siempre ha rendido y metiendo goles. En Inglaterra es un ídolo y eso no es fácil.
¡Que me pongo rojo! (Risas). En Newcastle pasé cinco años maravillosos, al menos cuatro de ellos, tres y medio de los cuales fueron con Rafa Bentítez, con quien ascendimos a la Premier League y aprendí muchísimo de él.
Jugar más de 220 partidos en un mismo club inglés como el Newcastle, que ha ganado la liga cuatro veces, y anotar casi 50 goles y dar 17 asistencias sin jugar de ‘9’ es una pasada. ¿No cree?
Empecé de ‘9’ en el Newcastle, pero muy pronto me pasaron a la posición de extremo y cierto es que rendí bien y quedé muy satisfecho de mi rendimiento en un club tan importante. Jugar en Inglaterra y en la Premier League es una experiencia única para un futbolista.
Mire si lo hizo bien que el Leicester City, ganador de la Premier League en una ocasión, pagó más de 33 millones de euros por usted.
La verdad es que tras cinco años en el Newcastle necesitaba un cambio, tanto deportivo como mental. Y fiché por el Leicester en 2019, tras años después de que ganaran la Premier. Brendan Rodgers apostó por mí y fueron años muy bonitos en los que logramos dos títulos, la FA Cup (el equivalente a la Copa del Rey) y la Community Shield (la Supercopa de Inglaterra), y regresamos a Europa, devolviendo al Leicester a lo más alto de un fútbol tan competitivo como el inglés.
Anda que luego el cambio fue brusco. Pasó del frío de Newcastle y Leicester al calor de Sevilla y la calidez del Real Betis. ¡Casi naa!
Llevaba tres años y medio en el Leicester y camino de ocho años en Inglaterra. Mi mente me lo pedía. Necesitaba un cambio mental y en enero del 2023 acepté irme cedido al Betis para luego en verano quedar libre y fichar por ellos. Estoy muy contento por mi estancia en el Betis, también con rendimiento inmediato, jugando muchos partidos, haciendo goles… fue un año y medio muy positivo en general.
La recompensa a todo ello fue la selección española y la Eurocopa.
La verdad es que cuando uno juega a este nivel siempre tiene su ilusión de ir a la selección. Hombre, ir a la Eurocopa no me lo esperaba. Pero conforme pasó la temporada y el ser incluido en la preslista ya uno se ilusiona y me veía con alguna opción, aunque siempre estaba en las quinielas de los que se quedaban fuera. La realidad fue que en esos 10 días previos de concentración me lo gané, me gané la confianza del míster y el resto ya se sabe. Pude jugar y ganar una Erocopa con mi país.
¿Qué destaca de De la Fuente?
Su cercanía. El míster es muy humilde. Es igual de transparente tanto dentro como fuera del campo. Su manera de transmitir, la confianza que le da al futbolista, los mensajes que te manda… todo eso llega al jugador. Además, gestiona muy bien el vestuario, ya que es cercano y, además, te exige mucho. Un lujo de seleccionador.
Y llegó el verano, las vacaciones y el Villarreal. ¿ Lo esperaba?
La verdad es que no. Ganamos la Eurocopa, me fui de vacaciones y en el Betis se habló de renovarme revisándome la cláusula. Yo pensaba en que se iba a dar y que iba a seguir en el Betis.
¿Cómo se gestó su llegada al Submarino?
Hay momentos en tu vida en el que debes tomar decisiones, pero en cualquier ámbito, no solo en el fútbol. Y me tocó pensar y decidir qué podía ser mejor para mí. El Villarreal llegó de forma inesperada y me valoró muchísimo, fue un club que apostó fuerte por mí.
¿Costó mucho tomar la decisión de cambiar de club?
Tocó pensar mucho. Sinceramente, no fue nada fácil. Me costó porque yo en el Betis estaba muy a gusto. Pero insisto, en la vida hay que tomar decisiones y tomé la decisión de fichar por el Villarreal, y encantado de la vida estoy. Estoy muy contento de estar aquí, en un club de este nivel.
Ahora, nuevo equipo, nuevo míster, nuevos conceptos. ¿Qué le parece Marcelino?
Al principio debes adaptarte a sus nuevos compañeros, al método y a los conceptos de tu nuevo míster, pero me han ayudado mucho todos. ¡Y de Marcelino, qué voy a decir! Ya sabía de él y me habían hablado muy bien. Es muy cercano y a la vez muy exigente. Además, es una exigencia continuada, una exigencia buena que le viene muy bien tanto al equipo como al jugador. El míster hace que saques todo el jugo que tienes, que des lo mejor de ti, y eso en el fútbol de élite no es fácil. Estamos en muy buenas manos.
Y el club, el Villarreal, el proyecto… ¿Le ha sorprendido?
La verdad es que todo muy bien. Desde fuera ya se sabe que el Villarreal es un club serio, exigente y ambicioso. Da gusto estar aquí. Es un buen proyecto, tenemos una buena plantilla y hay muy buen ambiente.
Aquí ya se ha logrado una Europa Legue y el objetivo es volver a competiciones europeas.
Todo acaba de empezar, estamos trabajando mucho y si seguimos compitiendo como hasta ahora, los resultados acompañarán. Aquí somos muy exigentes, tanto el staff como la plantilla somos ambiciosos. Es nuestro ADN y el del club, y por supuesto que queremos volver a estar en Europa. Creo honestamente que si competimos bien y mantenemos nuestro nivel de exigencia para competir, estaremos arriba y en la pelea por Europa a final de temporada. Trabajamos por ello.
La última. Una clásica que siempre se le pregunta a los delanteros. Viendo que ha comenzado tan bien, ¿se marca una cifra de goles? O si lo prefiere, ¿qué objetimos personales tiene?
Jajaja (Risas). Primero, todos tenemos claro que los objetivos que priorizamos son los colectivos, y en eso nos enfocamos todos los jugadores. Luego, en lo personal, evidentemente que contra más goles marque, mejor. Los delanteros vivimos de eso, de anotar. Y créeme que la sensación de marcar y de celebrar un gol es lo más bonito que puede vivir un futbolista profesional. Sin ponerme una cifra, lo que espero es contribuir con goles a devolver al Villarreal a Europa.