Esta brillantez se demuestra con su propio trabajo y responsabilidad. Durante 10 años estuvo colaborando con el Departamento de Energía, supervisando infraestructura crítica. Algo que abarca desde transporte a electricidad, puertos, pantanos, sistema de carreteras. Tanto es así que durante la época más dura de la pandemia tuvo un permiso especial (National Waiver Interest) para poder salir y entrar de regreso al país, algo al alcance de muy pocos emigrantes, y que sirve para ilustrar el alcance de su talento. Fue precisamente en este tiempo cuando Antelada tuvo acceso a la supercomputación, un hecho que, sumado a la protección de infraestructura crítica, se tradujo en una carrera que hoy sigue avanzando.
Infraestructura crítica de hoy y mañana
El pasado mes de mayo vio la luz su primer libro, uno de los best sellers en su sector, tanto en digital como en formato físico: Lecciones de ciberseguridad a partir de brechas en el mundo real. Protegiendo infraestructura Crítica. La autora ya adelanta que está ultimando la publicación en español de la obra. “Es importante porque se puede aprender de errores cometidos y también de actuaciones brillantes. Se puede aprender, por ejemplo, cómo han evolucionado las carreteras y los trenes, así como la forma de protegerlos”, explica.
Antelada analiza un hecho que lo cambió todo: “Se tomó conciencia, realmente, a partir del 11-S, cuando el ataque fue directo al corazón de Occidente, y afectó a las finanzas, transporte, salud… Afectó ahí, a Wall Street, al metro de Nueva York, que se encuentra bien conectado y cerca de estaciones clave que conectan con otros estados, además de atentar con aviones, tener el Pentágono como objetivo….”. En su estudio muestra tipología e impacto, además de cómo mitigar los daños y cómo la reacción de las autoridades en cada caso es crucial. Analiza desde el ataque a Colonial Pipeline en 2021, hasta el nefasto Wannacry de 2017, pasando por la caída masiva de DNS en 2013 que puso a internet en jaque. Cada uno de estos eventos tiene una (o varias lecciones), comenzando por la de contrastar las prioridades a la hora de defender infraestructuras.
De la academia a Google
Oficialmente, el título de Soledad Antelada en Google es Security Technical Program Manager Office of the CISO. El CISO es, precisamente, el máximo responsable de gestión de información y recursos de Google. Se trata del Chief Information Security Officer, que se rodea de profesionales de élite como Antelada, pero que en muy escasas ocasiones son mujeres y, además, hispanas.
Si durante los últimos 20 años Silicon Valley ha hecho un esfuerzo por ser más inclusivo y contar con diferentes perfiles; en el mundo pospandemia la experta percibe un paso atrás. “La diversidad e inclusión ya no son una prioridad en Silicon Valley. Es vox populi. Ya no hay casi apoyo para estas iniciativas. Ha dejado de ser parte de la conversación”, lamenta.
En su día a día no solo supervisa potenciales amenazas internas, sino globales. Tiene sentido si se considera la cantidad de empresas e instituciones que confían en Google sus asuntos digitales. Desde bancos a empresas de cruceros, aviación, infraestructura y ciberseguridad. Además de ciudades, organismos sin ánimo de lucro o estamentos multilaterales de impacto global.