Intentar enumerar todos los títulos de Dragon Ball que han aparecido y desaparecido a lo largo de los años es prácticamente imposible, porque con raíces que se remontan a los años 80, no hay duda de que la serie ha sido un éxito para quienes han querido controlar a Goku y compañía. Ahora ha llegado el momento de una nueva entrega, con la aventura titulada Dragon Ball: Sparking! Zero, y una vez más hay un montón de luchas épicas y asombroso fanservice.
Sin embargo, debo empezar admitiendo que no soy el mayor de los fans de Dragon Ball. Porque, aunque hay quien ha visto y vivido todo de la serie en cuestión, mi historia con la franquicia se ha caracterizado principalmente por la lectura del manga. Por lo tanto, no conozco todos los detalles de la intrincada estructura de la marca, pero sobre todo siento un amor y un respeto nostálgicos por el trabajo artesanal que se ha realizado a lo largo de los años. Por lo tanto, esta reseña quizás no sea para aquellos que busquen el análisis más profundo y la comparación con títulos anteriores (o la representación de la serie en otros medios), sino más bien para aquellos con interés en la marca y afición por los juegos de lucha en general.
Podrías pensar que Dragon Ball: Sparking! Zero sería una nueva interpretación dentro del universo Dragon Ball, pero en realidad se trata de una secuela de Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3 de 2007 y, por tanto, existen algunas diferencias con respecto a otros juegos similares con el nombre Dragon Ball. Una de estas diferencias, en comparación con el relativamente nuevo Dragon Ball FighterZ, por ejemplo, es que la cámara está situada justo detrás del hombro de tu personaje, por lo que hay una sensación más clásica de tercera persona que si ves todo el nivel desde el lateral. Podrías argumentar que esto hace que haya una mayor inmersión en cada batalla, pero también tiene el precio de que no se siente tan preciso el control como en los juegos de lucha más tradicionales.
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Llamar a esto un juego de lucha no es del todo cierto, ya que se siente más como un juego de acción centrado en ofrecer una experiencia lo más auténtica posible en Dragon Ball, ya que controlar a tu personaje a través de tres dimensiones frente a dos tiene ventajas y desventajas. Por ejemplo, posicionarte en un campo de batalla e intentar igualar los ataques de tu oponente puede parecer a veces un poco torpe, al menos si estás acostumbrado a la precisión milimétrica que se da en otros títulos del género de lucha. Dicho esto, la experiencia mejora y poder moverte libremente tanto hacia arriba como hacia abajo añade una sensación de grandeza que encaja perfectamente con el material original. Realmente parece que estás en medio de una batalla épica entre Goku y Vegeta mientras luchan a través de la pantalla, y cada puñetazo y patada viene con una sensación añadida de peso, mientras que nunca deja de ser entretenido ver a tu oponente lanzado al suelo desde una gran altura.
Los entornos ampliados también se centran más en la destrucción, y aunque no es algo que abra nuevos caminos, es bastante posible dar patadas en salto a tu oponente a través de varias capas del entorno, lo que de nuevo mejora la experiencia para bien. Sin embargo, estos obstáculos también pueden entorpecerte como jugador, ya que es fácil quedarse atascado en el entorno si no tienes cuidado. Como el juego también es bastante desafiante, puede ser un poco frustrante cuando sientes que tienes a tu oponente en la retaguardia solo para verte derrotado por un ataque mal esquivado que no cogiste por la espalda.
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Dragon Ball: Sparking! Zero Por lo demás, viene con una presentación fantástica en la que el estilo de dibujos animados brilla desde el primer al último fotograma. Realmente parece como si estuvieras dentro de un fastuoso episodio de la serie, y si añades la posibilidad de cambiar entre el habla inglesa y japonesa, puedes adaptar la experiencia exactamente a cómo la quieres. Esto probablemente se hace más patente durante la campaña para un jugador del juego (o la minicampaña basada en episodios, si quieres ser quisquilloso), en la que asumimos el papel de ocho luchadores a través de una historia cohesionada. Todo, desde Goku hasta el mismísimo Frieza, puede controlarse a través de diferentes secciones, y estas pueden experimentarse en el orden que desees sin borrar tu progreso en la historia de otro personaje.
Además de esto, también hay un modo multijugador conectado en el que puedes poner a prueba tus habilidades contra otros, y puedes elegir si quieres jugar de forma más casual o si quieres enfrentarte al más desafiante “Modo Clasificado”. En las clasificatorias, tu habilidad afecta a tu clasificación y a la oposición a la que puedes enfrentarte, y si tienes una mentalidad competitiva obstinada, obviamente es aquí donde debes estar. Además, también puedes jugar con un amigo a pantalla partida, pero no es algo que recomiende, ya que la naturaleza frenética del juego no se gestiona bien en una pantalla más pequeña. Además, el multijugador local parece estar limitado a un único y mísero mapa por el momento, y está claro que el desarrollador no ha conseguido que funcione en la medida que nos hubiera gustado.
Por lo demás, la cantidad de contenido es bastante notable, ya que hay algo para que disfruten todos los aficionados. La friolera de 182 variantes de personajes se han metido en este paquete, y como cada variación de un personaje cuenta como un luchador único (con algunas habilidades únicas), puedes ser exactamente el personaje que quieras ser sin tener que comprometer nada más.
En definitiva, Dragon Ball: Sparking! Zero parece un juego hecho, sobre todo, para los fans. Rezuma fanservice, y la cantidad de contenido y personajes demuestra que el desarrollador quiere satisfacer las necesidades de tanta gente como sea posible. Es por ello que la jugabilidad resulta un poco imprecisa, ya que este juego de acción, por lo demás competente, a veces se resiste en la práctica. Sin embargo, solo hay un puñado de alternativas mejores para ver a Goku y a la pandilla de los Guerreros Z en un contexto virtual, e incluso si mi valoración acaba siendo “solo” de un 7 sobre 10, puedo imaginar sin duda que los fans más devotos de la franquicia podrían verlo de forma más aclamada. Si te gusta Dragon Ball, haces bien en echar un vistazo a Dragon Ball: Sparking! Zero. No te decepcionará.