A sus 22 años, Lucas Eduardo Wagner, originario de Santa Rita, Alto Paraná, ya forja un nombre como arquero en el fútbol paranaense. Nacido el 16 de mayo de 2002, este joven guardameta demuestra que, pese a su corta edad, su potencial lo posiciona como una de las promesas más firmes del fútbol esteño, especialmente por su sorprendente habilidad para atajar penales.
Lucas inició su carrera a los 14 años en el club 3 de Febrero de Ciudad del Este, dando sus primeros pasos en el fútbol profesional. Su talento no pasó desapercibido, lo que lo llevó a uno de los clubes más importantes de Paraguay, Olimpia de Asunción, donde jugó entre los 16 y 18 años. Actualmente, defiende los colores de la Selección Paranaense de Fútbol de Campo.
Desde joven, Lucas se destacó por algo que todos los grandes arqueros anhelan: una virtud innata para atajar penales. «Es una virtud que traigo desde las inferiores», comenta con modestia. No sigue ninguna técnica en particular, lo que lo hace aún más admirable. Su capacidad para leer al adversario y reaccionar con rapidez fue clave en muchos partidos, convirtiéndolo en una pesadilla para los ejecutores desde los once pasos. En palabras del propio Lucas, no es una cuestión de técnica específica, sino un «don» que lo acompaña desde sus inicios.
LLEGAR A LA SELECCIÓN
Con una mentalidad clara y grandes aspiraciones, Wagner sueña con llegar a la primera división del fútbol paraguayo, ganando títulos y, algún día defender los colores de la selección nacional. Ya tuvo un acercamiento al fútbol internacional cuando fue convocado a un microciclo con la selección paraguaya sub-15, una experiencia que lo marcó y lo impulsó a seguir trabajando por sus sueños. Además, tiene el objetivo de llegar a jugar en el exterior, un anhelo que alimenta cada día con su esfuerzo.
En el plano personal, Lucas aspira a prosperar a través del fútbol, cumplir sus metas, y ver a su familia crecer junto con él. «Mi sueño personal es que mi familia prospere conmigo», menciona con una sonrisa, reflejando el fuerte lazo que lo une a sus seres queridos y el profundo sentido de responsabilidad que siente por ellos.
Dentro de sus referentes en el mundo del fútbol, Lucas menciona a dos ídolos: Cássio, actual arquero del Cruzeiro de Belo Horizonte, y Rogério Ceni, leyenda del São Paulo, a quienes admira por su destreza y legado bajo los tres palos.
Lucas Eduardo Wagner sigue su camino con firmeza, esperando que pronto sus atajadas no solo se celebren en los estadios de Alto Paraná, sino en los más grandes escenarios del fútbol internacional.