Carlos Sainz disputa esta semana el Rally de Marruecos, su debut en competición al volante del Raptor T1+ y el ensayo general para el Dakar. El madrileño, vigente campeón, vuelve a la competición con Ford, la marca que le dio la alternativa en el Mundial de rallies y que le ofrece la oportunidad de seguir dando gas a sus 62 años, en busca del que sería su quinto ‘Touareg’.
Después de hacer historia ganando el Dakar con el prototipo electrificado de Audi, ¿cuánta ilusión le hacía volver a un coche convencional?
No fue el factor determinante. La decisión de seguir o no pasaba primero por encontrar un proyecto suficientemente importante como para que me convenciese y motivase. Y sin duda la propuesta de Ford, una marca con la que tengo cierta historia detrás, lo es. Es mi cuarto capítulo con ellos, fui el primer piloto oficial de Malcolm Wilson y ahora vuelve a ser mi interlocutor.. Que Ford desembarque en el Dakar y cuente conmigo es una motivación extra.
Ha ganado el Dakar con cuatro marcas ¿Puede repetir y ser campeón con el Raptor?
Todavía es prematuro saber a qué nivel estamos, quizá después del Rally de Marruecos tendremos más pistas. Lo que sí puedo decir es que creo que el coche ha nacido bien, que es un paso importante. En general los coches nuevos dan algunos quebraderos de cabeza, pero este no ha sido el caso. En los test no ha habido un problema fundamental que haya retrasado enormemente todo el desarrollo
¿Cómo ha sido el trabajo de preparación de estos meses?
Bastante bueno. Se ha ido avanzando bien. Es un proyecto valiente en dos aspectos, sobre todo porque nos hemos desmarcado un poco de la competencia. En cuanto a las suspensiones, todo el mundo va con Rider y nosotros hemos decidido ir con Fox. Es la primera vez que Fox va a estar en un equipo oficial en el Dakar. Creo que es un factor importante y puede ser determinante. Y la otra diferencia es el motor. Todos los rivales van con un motor turbo y nosotros, con un motor V8 americano. Al final, con el torque, teóricamente las potencias deben ser las mismas.
¿Por qué han elegido este camino?
Básicamente, la decisión del motor es de Ford. Y la suspensión es una decisión que tomamos conjuntamente todos. Fox tiene una relación muy potente con John Ford. En Estados Unidos los coches de serie van con Fox. Tienen un equipo también fuerte de competición y hay una historia con ellos. Probamos y al final decidimos que merecía la pena abrir ese melón. El tiempo dirá si las dos decisiones van a favor o en contra.
¿Hace falta cambiar de proyecto para mantener la motivación?
Los proyectos van cambiando y a estas alturas necesitas tirar de todo para buscar motivaciones. Y cuando encuentras un proyecto nuevo, oficial, con confort, un proyecto como hecho con marco, con gente que sabes que te vas a divertir, pues hace que digas: ¡adelante!. Es un orgullo que todavía sigan pensando en mí para poder ayudar a intentar ganar la carrera.
Suele decirse que un coche nuevo no gana el primer año, pero este año todos estrenan . ¿Cambia esto sus expectativas?
Bueno, yo ahí difiero un poco. Toyota ha hecho un coche más largo, pero no es nuevo. El Mini tampoco, el motor de gasolina sí cambia, pero la mayoría de los componentes, suspensiones, transmisión, etcétera son iguales. Luego el Dacia es un coche nuevo, pero si te fijas bien, hay muchísimas piezas que vienen del Hunter. Estamos hablando de evoluciones. El único que verdaderamente es un coche cien por cien nuevo es el Raptor. ¿Si hay posibilidades de repetir victoria? Veremos una vez probado aquí. A día de hoy es tirar una moneda al aire, pero yo quiero pensar que sí. ¿Por qué no ganar con un coche nuevo?.
¿Le preocupa esta primera prueba de fuego?
Marruecos el año pasado fue un desastre para Audi en cuanto a fiabilidad y velocidad, pero luego acabamos ganando el Dakar. Así que si estos días salen problemas que no hemos visto los test, no significa que el Dakar se dé por perdido. Seguro que algún problema surge, pero un rally prueba la capacidad que tienes de solventarlos, de reaccionar. La primera carrera con un coche nuevo siempre es un poco especial. Es un poco decir bueno, a ver que a ver qué pasa. A ver si los test han ido bien, si lo hemos hecho bien o nos hemos vuelto locos, saber si estamos listos.
“Cuando decidí parar en el Mundial de rallies fue de un día para otro y aquí será algo parecido”
Después de un año tan duro con las negociaciones de su hijo en la Fórmula 1. ¿Cuántas ganas tenías de volver aquí?
Ha sido un año especial, muy estresante. Sí. En el sentido de que ha habido grandes dudas, la sorpresa del inicio de año (con Hamilton en Ferrari). Pero sobre todo ha sido duro para mi hijo, el protagonista es él. Yo he intentado ayudar.
¿Cómo es afrontar un Dakar siendo el campeón?
Pues con la motivación de intentarlo otra vez. Sé que la fecha de caducidad está ya muy, muy cercana. Trato de ir día a día. Lo he hecho en mis últimos Dakar. Cuando decidí parar en el Mundial de rallies, fue de un día para otro y aquí será algo parecido.
¿Qué le hará parar?
Pararé en el momento en que sienta que no me divierto, que no me compensa, que no voy lo suficientemente rápido para intentar ganar. Es una balanza y por ahora se inclina por seguir. Es un poco raro ser abuelo y seguir corriendo, pero también sería bonito dedicarle una victoria del Dakar a mi nieto.
Una alineación poderosa
Ford ha apostado fuerte en su alineación para el Dakar, con tres pilotos expertos, Nani Roma, Mattias Ekström y Carlos Sainz y el joven estadounidense Mitch Guthrie. “Es un buen equipo, una buena combinación. Mattias es muy rápido, Nani es fiable y tiene mucha experiencia. Y Mitch, es la juventud”, considera Carlos, que asegura que “una de las razones por las que acepté unirme a este proyecto, además de la marca, es por el equipo y las personas que hay alrededor de él. Con Nani y Mattias nos conocemos, trabajamos bien y al final es gente de la que te puedes fiar y sabes que nos vamos a divertir”.