La insistencia del británico Lando Norris (McLaren), que ansía con dar un zarpazo al Mundial, mide este fin de semana los nervios del neerlandés Max Verstappen (Red Bull) en el GP de Bélgica, uno de los trazados favoritos del tricampeón del mundo y que marca el cierre por vacaciones de la Formula 1. Eso sí, Max empieza en desventaja, con una previsible penalización de diez puestos en parrilla por recurrir al quinto motor.
A pesar de que la diferencia todavía es de 76 puntos a falta de once grandes premios por disputarse, los McLaren empiezan a abalanzarse sobre los Red Bull tanto en el Mundial de constructores, en el que ya son segundos al sobrepasar a Ferrari en Hungría, como en el de pilotos, en el que Norris recortó tras su segundo puesto en el trazado de Hungaroring.
Ninguno de los dos salió contento del GP de Hungría, uno –Verstappen- por terminar quinto, criticar la estrategia de su equipo e incluso mandar “a la mierda” a todos los que critican, y otro -Norris- por tener que ceder la victoria a su compañero de equipo, el australiano Oscar Piastri (McLaren), y dejar de recortar siete puntos más al tricampeón del mundo en su lucha por el Mundial.
Al piloto británico le avasallaron a mensajes por radio durante las últimas veinticinco vueltas de la carrera para que devolviera la primera posición a Piastri, tras haberse puesto como líder después de que el equipo británico le parara antes que a Piastri, provocando un ‘undercut’ entre compañeros de equipo, a pesar de que la diferencia entre ambos antes de las paradas era de tres segundos.
“Si quieres ganar el Mundial, necesitarás a tu equipo”, llegaron a espetar a un Norris que se había marchado con hasta seis segundos de diferencia respecto a Piastri, antes de devolverle la posición en el último momento y que el australiano, que se avecina como el gran ayudante con el que de momento Verstappen no puede contar, firmara la primera victoria de su carrera.
No obstante, si quiere tener una oportunidad de ganar el Mundial debe quedar por delante de un Verstappen que ha ganado las tres últimas carreras disputadas en Spa-Francorchamps, el circuito más largo del campeonato con 7.0004 metros y en el que los pilotos apenas dan 44 giros al trazado belga, para acortar todavía más la diferencia entre ambos a falta de los últimos diez grandes premios del año.
Gestionar la ‘crisis’ en Red Bull
Tras dos años de auténticos paseos por los circuitos del calendario automovilístico, el monoplaza de Red Bull ya no es netamente superior a los demás, y el neerlandés Max Verstappen está empezando a evidenciar que es humano, cometiendo fallos y poniéndose nervioso, algo que no ocurrió en las dos últimas temporadas.
Verstappen acumula ya tres semanas consecutivas sin ganar, un hecho insólito en las últimas dos temporadas y que no se daba desde finales de 2021. Ahora le toca a ‘Mad Max’ rebajar la tensión, con los demás pilotos y con su propio equipo, para calmar las aguas y aprovechar la ventaja de 76 puntos que tiene con respecto a Lando Norris.
El neerlandés salió muy molesto del circuito de Hungaroring en el que terminó quinto tras un choque con el británico Lewis Hamilton (Mercedes) y, preguntado por las críticas tras sus últimos incidentes de carrera con el piloto de Mercedes y Norris dijo que los que le critican se pueden “ir todos a la mierda”.
No fue la única mala contestación de Verstappen. “Me habéis dado una estrategia de mierda, ¿vale? Estoy intentando salvar lo que hay”; “voy a correr así a partir de ahora, sacando a gente fuera de la pista”; “no se puede mantener la estrategia con un coche que ya tenía dificultades en la primera tanda de medios” o “me he quedado atascado entre varios coches, he perdido tiempo adelantando… ha sido un día para olvidar”, fueron algunas de sus frases durante el GP de Hungría.
En el circuito de Hungaroring se vio a un desnortado Verstappen, mientras que el mexicano ‘Checo’ Pérez recuperó posiciones pese a salir décimo sexto y terminó séptimo. Ese séptimo puesto, sin embargo, sigue dejando muchas dudas del rendimiento del de Guadalajara (México), que a pesar de tener a su compañero líder del Mundial, es séptimo del Mundial.
Pero hay más. El primer triunfo de Piastri empieza a colocar a McLaren como claro aspirante al Mundial de constructores y al australiano, como un rival más por la tercera plaza del Mundial de pilotos, por la que hasta ahora peleaban el español Carlos Sainz (Ferrari) y su compañero de equipo, el monegasco Charles Leclerc.
Con 149 puntos, Piastri está a trece de los 162 de Leclerc -que el pasado fin de semana volvió, por fin, a asomarse a las primeras posiciones- y a cinco de Sainz, cuarto de esa clasificación.
El trabajo de Ferrari es, de nuevo, quedar por encima de unos mejorados Mercedes, que han ganado dos de las últimas tres carreras y que han empezado este segundo tramo de curso como grandes aspirantes a desbancar a Ferrari de esa tercera posición, aunque para ello todavía deben remontar 81 puntos del Mundial de constructores.
Por detrás, siguen estando los Aston Martin. Apenas consiguieron un punto en el GP de Hungría, en el que el español Fernando Alonso (Aston Martin) lamentó al término de la carrera que ya sabía que se quedarían sin puntuar al haberle hecho parar en la vuelta ocho, a pesar de la gran degradación que tenían sus neumáticos, que no aguantarían 63 vueltas con tan solo dos gomas más, es decir, con dos paradas.
Entretanto, también será el primer fin de semana tras el anuncio este mismo jueves del fichaje del francés Esteban Ocon (Alpine) por Haas, uno de los grandes rivales por los puntos para los Aston Martin, que necesitan que sus ‘mejoras’ del GP de Hungría brillen para luchar por ‘algo más’.