La carátula de la carpeta de investigación fiscal es por “supuesto hecho punible de producción de documentos no auténticos”, pero fácilmente podría derivar en estafa en grado de tentativa, e incluso lesión de confianza, manipulación de graficaciones técnicas, o alternación de datos relevantes para la prueba.
Lo cierto es que Julio César Núñez Sosa, tendrá que presentarse el martes 16 de julio a la Unidad fiscal de Luis Trinidad, a fin de ser sometido a indagatoria, audiencia después de la cual podría ser imputado, y solicitada inmediatamente su prisión preventiva al juez penal de Garantías de la causa.
Se espera además que el mismo fiscal, llame a indagatoria en la brevedad posible a los otros dos involucrados en este intento de despojar de su propiedad a una mujer, y son ellos el ciudadano árabe Houssam Alzir, o Hooussam Idi, y el joven identificado como Junior Borja, quien sería sobrino de Núñez Sosa.
Todos ellos conformaron una especie de asociación ilícita para delinquir, para la usurpación de un local comercial dentro de una valiosa propiedad en el barrio San José de Ciudad del Este, según denuncias de abogados de la dueña.
Por ejemplo, Núñez Sosa fraguó un contrato de alquiler en el que supuestamente arrendó ese local a Bernardo Vaceque Bogado, en abril de este año. Sin embargo, este ciudadano ya había fallecido en Asunción el 19 de setiembre del 2010, o sea, casi 14 años atrás, y jamás podría haber firmado tal documento.
Julio César Núñez Sosa habría facilitado a su pariente, Junior Borja, los documentos de contenido falso para que hoy el local comercial situado en una privilegiada zona, cerca del colegio San José, esté siendo explotado por un ciudadano extranjero de procedencia e identidad no conocida, ya que ante la Policía usa dos identidades distintas, como Houssam Alzir, o Hooussam Idi.
La denuncia fue presentada por la verdadera dueña, María Nimia Romero Gaona, quien ya había instaurado también un juicio de desalojo contra el anterior ocupante, Julio César Núñez Sosa, obteniendo sentencia favorable. Ante la Municipalidad de Ciudad del Este hizo la misma denuncia, por lo que la Comuna decidió la clausura del local.
El juicio de desalojo resultó favorable para la dueña, pero fue apelado por los invasores, y llamativamente esa apelación “duerme” el sueño de injustos desde agosto del 2023, en el despacho del camarista Roberto Macorito, tristemente célebre ex juez de Hernandarias. La dueña urge recuperar su propiedad.