Gabor Maté es un escritor y médico especializado en el estudio de las adiciones, trastorno por déficit de atención y experiencias tempranas en la infancia. Durante una reciente entrevista, el experto ha destacado la importancia de que los niños puedan expresar sus emociones, hasta las negativas.
El especialista comentó que los padres no pueden evitar a frustrar a sus hijos de vez en cuando: “Si eres un buen padre, vas a frustrar a tu hijo de 2 años”. Esto puede ocurrir cuando un niño requiere algo en un momento inadecuado, como un dulce en el momento previo de una comida. Es normal que el infante se frustre por no conseguir lo que quiere, pero en ningún caso se le debería aislar hasta que se tranquilice.
“El niño entiende que si va a experimentar su yo genuino, va a perder su apego”. Es decir, el niño podría entender que expresar su forma de ser y sus sentimientos generan rechazo. Esta dinámica puede repercutir a largo plazo, provocando que los niños crezcan buscando la aprobación de los demás.
“La cultura nos recompensa por complacer”, añade el médico. Esta tendencia en la infancia, puede conllevar una posible crisis de identidad en la etapa adulta. En este contexto, muchas personas cuestionan las decisiones que han tomado en su vida.