El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) ha determinado que el talco es un producto “probablemente cancerígeno” para los humanos. La evaluación de la subdependencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye que existe evidencia limitada en humanos, pero suficiente en animales de laboratorio, para sostener que el talco puede causar cáncer en ovarios y pulmones, específicamente.
La declaración es resultado de un trabajo elaborado por un grupo de 29 científicos procedentes de 13 países. El equipo evaluó “exhaustivamente la literatura científica disponible” sobre los efectos en la salud del talco que no contiene asbesto. Contempló las características clave de los carcinógenos (KC) para cualificar sistemáticamente la evidencia mecánica de la carcinogenicidad de la sustancia.
“Hubo numerosos estudios que mostraron consistentemente un aumento en la incidencia de cáncer de ovario en humanos que informaron el talco en la región perineal”, explica el organismo. Señala que los ensayos previos documentaron una mayor tasa de cáncer de ovario en mujeres que trabajaban en la industria de la pulpa y el papel. En ambos casos, no se pudo excluir por completo la influencia del talco contaminado por asbesto.
En animales experimentales, la exposición al producto causó un aumento en la incidencia de cáncer en las glándulas suprarrenales y en el pulmón de las hembras. En las ratas macho, se descubrió una combinación de neoplasias benignas y malignas en la médula adrenal.
El análisis encontró pruebas sólidas de que el talco presenta varias KC, entre las que destacan la inflamación crónica de los tejidos, la capacidad para alterar las funciones celulares y afectar el suministro de nutrientes.
La relación entre el talco y el cáncer está condicionada
La IARC ubicó al producto en el grupo 2A, el segundo nivel más alto de certeza de que una sustancia puede causar cáncer. En la categoría se encuentran otros agentes como la carne roja y los DDT (plaguicidas que aún hoy son de uso extendido).
La clasificación no implica que el talco cause cáncer en todos los casos. Las posibilidades de desarrollar la enfermedad dependen de diversos factores como la cantidad y la duración de la exposición, la presencia de otras sustancias químicas y las características de cada organismo. La categoría tampoco determina el grado o potencial de riesgo.
“Eso no significa que, porque alguien se haya puesto talco alguna vez o incluso porque lo use con cierta regularidad, esté claramente en riesgo. Los estudios que sustentan esta clasificación tienen muchos sesgos o ciertos factores de confusión que nos impiden apreciar o predecir con total solidez la relación del uso del talco con el cáncer”, matiza Alejandro Pérez Fidalgo, investigador del INCLIVA Biomedical Research Institute, en una declaración retomada por el medio de divulgación científica Science Media Center.
El organismo de la OMS advierte que la principal fuente de exposición al talco ocurre en entornos ocupacionales, durante la extracción y procesamiento del mineral. La población general está en contacto con esta sustancia a través del uso de cosméticos, desodorantes, maquillajes o polvos corporales. La agencia no descarta la presencia del compuesto en alimentos, medicamentos y otros productos de consumo. Pérez Fidalgo sostiene que “sería recomendable” evitar el uso de polvos de talco en zonas genitales, sobre todo entre las mujeres.
La OMS advierte sobre el potencial cancerígeno del acrilonitrilo
La revisión de la IARC también catalogó al acrilonitrilo como una sustancia cancerígena para los humanos. Se trata de un compuesto orgánico volátil que se utiliza principalmente en la producción de polímeros. Está presente en las fibras que se usan como materia prima en la producción de ropa, alfombras, plásticos para productos de consumo y piezas de automóviles. El agente también está presente en el humo de los cigarrillos. La contaminación del aire constituye otra fuente de exposición.
El acrilonitrilo se clasificó en el grupo 1 de la escala del organismo. En la categoría se enlistan aquellos productos sobre los que no hay duda sobre su capacidad para causar cáncer. El producto se asocia con el desarrollo de neoplasias malignas en los pulmones y la vejiga.
La OMS pronosticó a principios de este año que en 2050 los casos de cáncer aumentarán 77% en el mundo, lo que se traduce en 35 millones de nuevos diagnósticos. Factores como el consumo del tabaco y alcohol, la obesidad y la contaminación del aire figuran como principales causas del aumento. Los especialistas de la salud aseguran que, ante las nuevas advertencias de la IARC, es necesario replantear las políticas y recomendaciones de uso de las sustancias señaladas.
Andrew Watterson, investigador en Salud pública de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Stirling, afirma que “estas decisiones [de la OMS] significan que necesitamos una buena política preventiva y cautelar para eliminar la exposición al talco. Esto puede ser más difícil de conseguir en comparación con el acrilonitrilo. Debería mejorarse la protección de los trabajadores con normas de exposición aún más estrictas. Es vital volver a destacarse los riesgos del acrilonitrilo para los fumadores”.