La Syntrichia caninervis, una especie de musgo del desierto, acaba de ser señalada como uno de los organismos vegetales más prometedores para la colonización de Marte. Científicos chinos lo pusieron a prueba en circunstancias extremas durante años para comprobar su tolerancia a ambientes extraterrestres hostiles. Sus conclusiones fueron publicadas en la revista The Innovation.
De acuerdo con los resultados, el musgo del desierto es capaz de recuperarse tras un proceso de desecación del 98%, soporta temperaturas de hasta -196 °C, se adapta a un ambiente lleno de dióxido de carbono y parece especialmente resistente a la radiación gamma. La suma de todas estas fortalezas lo convierte en un probable pionero para la superficie de Marte.
La Tierra está separada del Sol por un promedio de 150 millones de kilómetros. Marte, por su parte, se encuentra a una distancia de 227 millones de kilómetros. Aunque son planetas vecinos, sus posiciones en el sistema solar les otorgan características atmosféricas muy distintas. Un día caluroso en el ecuador del planeta rojo puede alcanzar hasta 20 °C, pero la temperatura promedio oscila entre -55 y -143 °C. Marte es un territorio sin agua líquida y con enormes tormentas de polvo sobre la superficie. Además, está prácticamente desprotegido contra la radiación solar.
Aunque Marte suele ser referido como un desierto muy frío, algunas de sus condiciones climáticas tienen homólogos en la Tierra. Por ejemplo, debido a su aridez, el desierto de Atacama en Chile a veces se considero el lugar más parecido al planeta rojo. En los desiertos terrestres, la vida subsiste gracias a adaptaciones a climas extremos. Los astrobiólogos creen que de ahí surgirán los seres vivos que eventualmente colonizarán otros planetas.
El musgo que puede conquistar Marte
La Syncrichia caninervis es una de las especies de musgos del desierto más abundantes en el mundo. Su especialidad es extraer recursos hídricos limitados a partir de rocío, niebla, nieve y lluvia, aunque la ciencia todavía no está segura de cómo lo consigue. Se han encontrado registros de este musgo en sitios con altas temperaturas, como el desierto de Mojave entre California y Nevada, así como en microhábitats gélidos como las montañas de China y la Antártida.
En la Tierra, el musgo del desierto ha demostrado ser un organismo que se adapta al entorno, obtiene recursos y asegura su preservación hasta por 100 años. Un equipo de científicos chinos investigó cuál era su límite de resistencia en escenarios simulados de Marte. Los resultados han entusiasmado a la comunidad científica. El musgo del desierto logró regenerarse después de estar congelado durante cinco años a -80 °C e incluso “revivió” cuando se congeló a -196 °C en un tanque de nitrógeno líquido. Además, resistió un impacto de radiación de 500 gray (Gy). Para ponerlo en contexto, solo se necesitan 5 Gy para que el cuerpo humano sufra el síndrome de irradiación aguda.
“Nuestro estudio muestra que la resiliencia ambiental de S. caninervis es superior a la de algunos microorganismos y tardígrados altamente tolerantes al estrés. Este musgo es una planta pionera prometedora para colonizar entornos extraterrestres, sentando las bases para construir hábitats humanos biológicamente sostenibles más allá de la Tierra”, explica el informe.
El uso del musgo del desierto no excluye la posibilidad de enviar otras plantas a Marte. Muchas de ellas, de uso común, se cultivarán en entornos controlados dentro de laboratorios. Además de alimentar a las futuras colonias, los vegetales y helechos podrían producir otros recursos vitales como agua, oxígeno y electricidad. La Syncrichia caninervis, podría ser una de las primeras especies en ser sembrada de manera libre sobre el suelo marciano.