Las tapas siempre unidas a sus botellas. El 3 de julio comienza en la Unión Europea la obligación de vender únicamente envases de plástico para bebidas con una tapa o taparrosca diseñada para permanecer unida a ella. Como recuerda la agencia Ansa, se trata de la llamada tapa solidaria, inventada para evitar su dispersión en el medio ambiente y para que los consumidores la desechen junto con la botella.
“Los tapones y las tapas de plástico se encuentran entre los artículos de plástico de un solo uso más frecuentemente encontrados en las playas de la Unión Europea”, señaló, por otra parte, la Comisión Europea en la Directiva sobre Plásticos de un Solo Uso (SUP) de 2019, de la que forma parte la medida. A través de esta legislación, el Ejecutivo comunitario ya había prohibido la venta de productos de plástico de un solo uso como platos y cubiertos a partir de 2021.
Se calcula que en los últimos 30 años se han encontrado 20 millones de tapas de plástico en todo el planeta. Una cifra que en sí misma, incluso teniendo en cuenta las dificultades para evaluar el daño real que pueden causar al medio ambiente, define bien los contornos del problema. De ahí la idea de los tapones unidos a las botellas.
La legislación, que abarcará las botellas de plástico y los llamados envases compuestos (por ejemplo, los cartones de leche o jugo), no se aplicará a los envases de vidrio. En cuanto a las botellas de plástico de un solo uso, los países miembros de la UE deberán reciclar el 90% de ellas para 2029, con un objetivo intermedio del 77% para 2025.
Hasta ahora, el gobierno italiano, por ejemplo, no la ha transpuesto”plena y correctamente”, incumpliendo también sus obligaciones en virtud de las normas de transparencia del mercado único. Por estos motivos, la Comisión Europea ya inició en mayo un procedimiento de infracción y espera respuestas ya a finales de julio.
Artículo publicado originalmente en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.