Hay una famosa estrella que seguramente has visto en el cielo. Se llama Betelgeuse y se encuentra en la constelación de Orión, en el hombro derecho de Orión. Si prefieres llamarla “Beetlejuice”, me parece bien mientras no lo digas tres veces.
Pero algo está pasando allá arriba. Esta supergigante roja se ha oscurecido repetidamente en los últimos años, lo que podría significar que está a punto de convertirse en supernova muy pronto, y con “pronto” nos referimos a los próximos 10,000 años. En realidad, como se encuentra a unos 500 años luz, es posible que ya haya explotado y aún no lo sepamos. Podría aparecer mañana.
Una cosa es segura: si Betelgeuse explota, será la supernova más brillante jamás vista por los humanos. ¿De cuánto brillo estamos hablando? ¿Podría verse durante el día? ¿Sería peligroso? Te voy a mostrar cómo resolver todo esto con un poco de física básica. Empecemos por lo primero.
¿Qué es una supernova?
En la mayoría de las estrellas, el núcleo está compuesto de hidrógeno y helio, los dos elementos más ligeros, pero solamente de los núcleos cargados positivamente de esos átomos, ya que hace demasiado calor para que los electrones permanezcan en su lugar. Bajo una gravedad y temperaturas inmensas, estos núcleos pueden fusionarse en elementos más pesados, liberando enormes cantidades de energía en el proceso. De esta fusión nuclear obtiene su energía nuestro Sol.
En una estrella estable como nuestro Sol, existe un equilibrio entre dos fuerzas opuestas. La masa de toda la materia de la estrella produce una fuerza gravitatoria que tiende a colapsarla. Sin embargo, esta fuerza es contrarrestada por la fuerza de empuje hacia el exterior del núcleo, por lo que la estrella mantiene un tamaño bastante constante, aunque no sea un objeto sólido como un planeta.
Pero a medida que una estrella envejece, va agotando su hidrógeno y su helio y empieza a producir elementos más pesados, como carbono, oxígeno, silicio y, finalmente, hierro. La fusión de elementos más pesados que el hierro consume energía en lugar de crearla, por lo que la estrella se queda sin combustible y colapsa sobre sí misma.
En algunos casos, este colapso puede ser muy grave, tanto que aumenta rápidamente la presión y la temperatura en el núcleo de la estrella. Entonces la estrella explota. Una gran explosión. Bueno, una gran explosión silenciosa, ya que las explosiones no hacen ruido en el vacío del espacio.
Pero esto produce MUCHA energía luminosa. A modo de comparación, nuestro sol tiene una luminosidad, o potencia de salida, de 3.8 x 1026 vatios. Una supernova que se observó en 2015 (ASASSN-15h) tuvo un pico de luminosidad de unos 2 x 1038 vatios. Eso es más potencia de salida que 500,000 millones de soles. Es una locura. ¿No la viste? Claro, porque estaba en una galaxia diferente. En cambio, Betelgeuse está en nuestro patio de atrás, astronómicamente hablando.
Brillo y luminosidad
Hace mucho tiempo, un filósofo griego llamado Hiparco clasificó las estrellas en seis grupos, con base en lo brillantes que aparecían en el cielo nocturno. A partir de ahí, hemos desarrollado un esquema de clasificación para la “magnitud aparente”, de forma que una estrella de magnitud 1 parece muy brillante, mientras que probablemente ni siquiera se pueda ver una estrella de magnitud 6 debido a la contaminación lumínica. Betelgeuse pertenece al primer grupo.
Para que quede claro, no se trata de la luminosidad real de una estrella, sino de lo brillante que parece desde la Tierra, lo que depende de (1) la cantidad de luz que produce y (2) la distancia a la que se encuentra. Ah, también (3), la magnitud tiene su base en cómo ve los objetos el ojo humano, y no es lineal. Un objeto de magnitud 1 tiene una intensidad luminosa (en vatios por metro cuadrado) que es 100 veces mayor que un objeto de magnitud 6.