Esta semana de junio marcó el inicio de la Misión de Análisis del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para seguir avanzando en la implementación del Programa de Saneamiento para la Cuenca del Lago Ypacaraí – BID CLIMA.
En la primera reunión, se discutieron temas fundamentales como la planificación, objetivos, alcance, avances, sostenibilidad y otros aspectos clave para garantizar el éxito de las actividades planificadas.
La misión, que se extiende a lo largo de toda la semana, prosigue hoy con sesiones de trabajo centradas en aspectos financieros y económicos, evaluación de posibles esquemas de contratación, matriz de resultados, revisión de aspectos técnicos y temas relacionados con el cambio climático.
Este ambicioso programa de saneamiento, liderado por la Dirección de Agua Potable y Saneamiento (DAPSAN), en coordinación con la Dirección Nacional de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí (DINALAYPA) y otras entidades, será financiado por el BID a través del programa BID-CLIMA, con un préstamo de USD 154 millones.
COMPROMISO INTERINSTITUCIONAL
En las reuniones participan representantes del BID, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) a través de la Dirección de Agua Potable y Saneamiento (DAPSAN), la Dirección de Gestión Socioambiental (DGSA), la Dirección de Proyectos (DCP) y la Dirección Nacional de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí (DINALAYPA); el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF); el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES); y el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ERSSAN).
Cabe destacar que, en diciembre pasado, el Gobierno de Paraguay y el BID marcaron un hito en la lucha contra el cambio climático al firmar un acuerdo trascendental durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-28) en Dubái. Este acuerdo, enfocado en la agenda climática, posiciona a Paraguay como uno de los primeros países en el innovador programa BID-CLIMA, que en nuestro caso contempla la recuperación de este patrimonio natural de todos los paraguayos.
El lago Ypacaraí, conocido por su belleza y su valor cultural, ha sido testigo de innumerables esfuerzos por preservar su ecosistema. Esta misión del BID representa un paso significativo hacia la revitalización de la cuenca y la protección de este tesoro natural para futuras generaciones.