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El caso asombró a los científicos, porque los huevos eran dos veces más grandes que los de otros moluscos de este tipo.
Robots submarinos descubrieron a una hembra de calamar de aguas profundas que no solo estaba cuidando huevos sorprendentemente grandes, de 11,6 mm de diámetro, sino que resultó ser de una especie nueva.
El hallazgo ocurrió en 2015, durante una expedición al golfo de California en México, cuando el robot Doc Ricketts, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI, por sus siglas en inglés), encontró a una madre calamar protegiendo un conjunto de huevos.
Si bien los investigadores de MBARI habían visto calamares de aguas profundas incubando, este caso los sorprendió, porque los huevos eran dos veces más grandes que los de otros moluscos de esta especie, indica un comunicado de la institución.
Al analizar las imágenes de video recolectadas en expediciones anteriores al golfo de California y estudiar especímenes de aspecto similar, el equipo determinó que probablemente se tratara de una especie no descrita de la familia ‘Gonatidae’.
El cuidado materno es común entre los pulpos, pero raramente se ha observado en calamares. La mayoría de las especies de este molusco dejan grupos de huevos adheridos al fondo marino o expulsan miles de ellos para que floten en la columna de agua, la masa acuática que va desde la superficie hasta los sedimentos del fondo.
“La cría exige mucho de una madre calamar. No come mientras lleva los huevos y termina muriendo cuando estos eclosionan. Pero su sacrificio aumenta las posibilidades de supervivencia de la descendencia”, explicó Henk-Jan T. Hoving, el autor principal de la investigación, publicada en la revista Ecology.
A pesar de los avances, los científicos tienen muchas preguntas sin responder sobre los calamares de las profundidades marinas, entre otras cosas, porque nunca han podido observar a hembras maduras ni sus huevos desovados.