No sé si Miyazaki mentía intencionadamente cuando declaró en una entrevista que el Reino de las Sombras, donde tiene lugar la expansión Shadow of the Erdtree, tiene aproximadamente el tamaño de la zona del Necrolimbo de Elden Ring. Porque en este nuevo y sombrío mundo, donde el enorme y enfermizo Árbol de la Sombra es un símbolo constante del desorden y la decadencia del mundo, tu Sinluz explorará biomas muy diferentes y dos nuevas ‘legacy dungeons’, ambas de los mejores trabajos de FromSoftware hasta la fecha.
En cuanto a la cantidad de terreno que recorrer a lomos de nuestra montura de doble salto favorita de todos los tiempos, Torrentera, el Reino de las Sombras no tiene ni de lejos el tamaño del juego principal. Por otro lado, el nuevo mundo representa un enfoque diferente, y en mi opinión mucho más atractivo, del diseño de mundo abierto, donde la limitada masa terrestre se compensa con un diseño claramente vertical y mucho más saturado de contenido. Vayas donde vayas, habrá atractivos puntos de referencia hacia los que dirigirte: oscuras fortalezas y castillos con torres y agujas que se enroscan hacia el cielo, profundos barrancos con ríos centelleantes y bosques oscuros, y una montaña gigante y escarpada que sabes que alberga un dragón mortal. Pero llegar a estos lugares no siempre es fácil. Claro que a menudo hay claros caminos principales que seguir, pero más que nunca en el juego principal, tienes que buscar pequeños caminos secundarios y cuevas aparentemente insignificantes y mantenerte alerta para encontrar pequeños salientes por los que trepar o caer a lo largo de empinadas laderas y profundos barrancos.
A medida que exploras y cartografías el mundo, te encontrarás con más cruces doradas que marcan la ubicación del dios Miquella. Es el hermano empático de la semidiosa de la Putrefacción Malenia, al que tú y un puñado de nuevos personajes enigmáticos intentáis seguir la pista. Entre ellos se encuentran Leda, una de las seguidoras más leales de Miquella, Freya, una mujer con aspecto de gladiadora que ha luchado junto al general Radahn, y el anciano y sabio Ansbach, que está al servicio de Lord Mogh incluso después de su muerte. La historia es críptica como siempre, pero al igual que el juego principal, el mundo tiene un peso mitológico que te motiva a intentar descubrir los motivos de los diversos semidioses y santos y sus invisibles influencias cósmicas.
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No sería un producto de FromSoftware si la exploración de un mundo intrincado y extenso no fuera acompañada de innumerables e intensas batallas, y Shadow of the Erdtree no es una excepción. No en vano, el requisito de acceso a la expansión es haber derrotado a los jefes Radahn y Mogh en el juego principal, y se recomienda viajar al Reino de las Sombras en torno al nivel 150, ya que es allí donde acechan los oponentes más mortíferos a los que se enfrentará el Sinluz.
En mi opinión, uno de los aspectos más destacados de explorar un nuevo juego de FromSoftware es encontrarse con jefes desconocidos, así que no te preocupes, no te los voy a estropear. Sin embargo, puedo decirte que algunos de los jefes se encuentran entre los más cinematográficos que FromSoftware haya creado jamás y llevarán tus habilidades al límite. Incluso me atrevería a decir que uno de ellos (opcional) es del nivel de Malenia, mientras que el jefe final es aún más desafiante. Y en el caso del jefe final, tengo que admitir sinceramente que FromSoftware se ha pasado de la raya. Me encontré estallando en carcajadas al ver el poco respiro que tenía entre los incesantes ataques mortales del jefe, todos ellos de enorme alcance y daño por salpicadura.
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Así que no te avergüences de recibir toda la ayuda posible. Puede que los masoquistas insistan en abstenerse de las Cenizas Espirituales, pero realmente da la sensación de que cada jefe está diseñado para que las utilices ampliamente. Además, es crucial que explores a fondo el Reino Sombrío en busca de nuevos materiales de mejora llamados Fragmentos de Scadutree y Cenizas de Espíritu Reverenciadas. El primero aumenta tu propio daño al tiempo que reduce el que recibes de los enemigos, mientras que el segundo hace lo mismo con tus Cenizas Espirituales. Éstas sólo tienen efecto dentro del Reino de las Sombras y no trivializan el contenido principal del juego. Te recomiendo encarecidamente que mejores tu Sinluz tan a menudo como puedas, porque incluso con un personaje casi totalmente mejorado, los monstruos normales me matan en pocos golpes.
Por supuesto, las Cenizas Espirituales y los nuevos materiales de mejora no son lo único que te ayudará a superar los numerosos peligros del Reino de las Sombras. Una miríada de nuevas armas y hechizos están esperando a ser encontrados y son uno de los aspectos más destacados de la expansión. Con la friolera de ocho nuevas categorías de armas y una plétora de adiciones a las ya existentes, hay algo para todas las construcciones imaginables, aunque algunas se ven más favorecidas que otras. Me resulta casi imposible elegir un arma favorita, porque soy un gran fan de muchas de las nuevas incorporaciones: Brutales Grandes Katanas, elegantes Grandes Espadas Ligeras, garras cortantes al estilo Lobezno, hachas arrojadizas, lanzas flamígeras de Messmer y, no menos importante, las nuevas armas de artes marciales que te permiten asestar puñetazos, puñetazos en los riñones y patadas voladoras sin importar lo pesada que sea la armadura que lleves.
Justo cuando crees que has encontrado el arma de tus sueños, tropiezas con una nueva que tienes que probar. Y va a suceder una y otra vez, por eso harás muchas visitas a Renalla, el personaje del juego principal que te permite la respetabilidad. Por eso resulta un tanto frustrante que las Lágrimas Larvarias sigan siendo un recurso limitado. Por el lado bueno, la expansión quiere que experimentes con las muchas armas nuevas y es extremadamente generosa a la hora de repartir materiales para mejorar las armas.
Ya he mencionado el diseño más denso del mundo abierto, pero sería una pena no mencionar también las nuevas mazmorras de legado. Mientras que la primera de ellas, llamada Belurat, Asentamiento de la Torre, es “solo” una mazmorra sólida como una roca, a la altura de las del juego principal, la segunda mazmorra heredada, Torreón Sombrío, es una de las mejores mazmorras que FromSoftware haya creado jamás. Perfectamente integrada en el mundo con múltiples entradas y salidas, esta tenebrosa fortaleza combina los mejores elementos de los anteriores castillos medievales, torres y bibliotecas del desarrollador con un montón de plataformas para morderse las uñas y un nuevo y atractivo concepto de drenaje de un distrito inundado.
Tampoco está de más que las nuevas mazmorras (así como el propio Reino de las Sombras) sean visualmente impresionantes. A pesar de funcionar con la misma tecnología que el juego Elden Ring, que ya tiene más de dos años, te maravillarás ante la magnífica arquitectura y los impresionantes puntos de vista. Merece la pena señalar que, a pesar de su sombrío nombre, el Reino de las Sombras también ofrece zonas luminosas y muy aventureras, similares a Liurnia de los Lagos del juego principal. En el otro extremo del espectro, tenemos una zona de terror decididamente inspirada en Bloodborne, que te recomendaría jugar con tapones para los oídos.
Obviamente, me cuesta bajar los brazos ante Shadow of the Erdtree. FromSoftware no se ha reinventado con la expansión, pero creo que ha creado su mejor contenido hasta la fecha, tanto desde el punto de vista estético como, sobre todo, de diseño. Soy un gran fan del mundo abierto, más pequeño pero mucho más vertical y rico en contenido, que incluye una mazmorra legado extremadamente inmersiva, algunos de los jefes más cinematográficos de la historia de la desarrolladora y un montón de armas nuevas y geniales. Por 39,99 euros te llevas una expansión que es mejor y más rica en contenido que la mayoría de los juegos de precio completo. Sin embargo, es importante destacar que la expansión no es para todo el mundo. No solo tiene unos requisitos de entrada bastante estrictos, sino que está diseñada sin concesiones para los veteranos de Souls más curtidos. Si te sentiste frustrado por la dificultad del juego base, quizá debas preguntarte si esto es para ti. Si te gusta la exploración que te hace sudar a cada paso y las intensas batallas contra jefes que te llevarán al límite, entonces te espera una experiencia realmente incomparable.