Una cantera denunció el robo de unos cordones de detonación, pero al parecer tal cosa no sucedió. (Foto: Gentileza)
Ni bien se conoció la noticia, se abrieron los paraguas en relación a lo que esto podría significar. El detonante fue el robo a una cantera en San Juan del Paraná, Itapúa. De allí se sustrajeron cerca de 10 mil metros de cordones detonantes para explosivos. Lo primero que se le vino a la cabeza a muchos es que grupos criminales estarían detrás de esto como para hacer volar cajeros, vehículos o lo que sea. Sin embargo, autoridades del gobierno buscaron llevar tranquilidad a la población asegurando que nada de lo robado está en manos de tilingos.
“Tenemos la certeza que los materiales denunciados como robados no cayeron en mano del crimen organizado”, fue la tajante respuesta que dio al respecto el ministro de Defensa Nacional, Oscar González, lo cual también fue refrendado por el director de la Dirección de Materiales Bélicos (Dimabel), Melanio Servín.
Al parecer, lo que se hizo fue un “montaje” por parte de la cantera que denunció el robo, de acuerdo a lo que dieron a entender las autoridades. Es que aseguran que el robo como tal nunca existió, más allá de un boquete que se hizo en el depósito donde estaban alojados los cordones detonantes.
Entonces, ¿qué fue lo que pasó? De acuerdo al relato “oficial”, la cantera vendió a otra cantera este material, algo que está prohibido, por lo que inventaron lo del robo para hacer “pasar” la venta de manera desapercibida. El tema es que, en nuestro país, hay canteras habilitadas para usar explosivos, que serían aproximadamente poco más de 150, en tanto que hay centenares que no pueden utilizar ese tipo de material.
Ante esta situación, ahora desde el Ministerio de Obras Públicas se soltó la info que verán de cerrar, en principio temporalmente, la cantera que es señalada de haber vendido de manera irregular estos cordones. Ante esta situación, González descartó que el robo tenga relación con grupos pertenecientes al crimen organizado. “Todas las conclusiones nos llevan a la semicerteza que estos cordones no fueron robados por criminales peligrosos”, dijo.