Con dudas sobre quién asumirá la presidencia de la Generalitat y con múltiples escenarios encima de la mesa, este lunes los partidos tienen una ocasión para suscribir un primer acuerdo (o no), sobre la composición de la Mesa del Parlament en la sesión constitutiva de la Cámara. Un arranque de legislatura que se prevé no exento de polémica tras la sentencia que anula el voto telemático del diputado de Junts Lluís Puigy que, junto a Carles Puigdemont y Rubén Wagensberg (ERC), esperan la aplicación de la amnistía para regresar a Cataluña. Los independentistas ya han avisado de que permitirán su participación a distancia.
Se barajan varias posibilidades de la composición de la Mesa: una con presidencia y mayoría independentista fruto de un pacto entre Junts, ERC y la CUP; un acuerdo entre el PSC, ERC y Comuns -que sumarían mayoría absoluta-; que los socialistas busquen una alianza tanto con PP como con Comuns para frenar la alianza soberanista o que no haya ningún entendimiento y cada partido se vote a sí mismo, lo que según los resultados electorales daría al PSC la presidencia de la institución.
Los partidos han desvinculado un posible pacto en este órgano rector de la futura investidura a la presidencia de la Generalitat, pero del tipo de mayoría que haya en la Mesa -formada por un presidente, dos vicesecretarios y cuatro secretarías- dependerá el primer postulante a una sesión de investidura, que tendrá lugar, como tarde, el 25 de junio.
Salvador Illa (PSC) y Carles Puigdemont (Junts) pugnan por llegar primero al plebiscito con los votos republicanos, mientras que ERC presume desde hace días de no tener miedo a una repetición electoral, al tiempo que delega el papel que jugará a lo que determine la militancia. Sea como sea, el candidato lo decidirá la futura Mesa tras una ronda de consultas con los líderes de las formaciones parlamentarias.
De no haber ningún tipo de acuerdo este lunes por la composición de la Mesa, la presidencia recaería en el PSC, por ser el partido con más votos. Las dos vicepresidencias se repartirán entre los socialistas y Junts, y las cuatro vicesecretarías serán para PSC, Junts, ERC y PP. Pero en los últimos años no se ha seguido esta lógica, ya que los partidos independentistas sumaban mayoría y, con la vista puesta en la coalición de Gobierno, el socio menor ostentaba la Mesa, mientras el primero presidía la Generalitat. Tras el 12M, sin mayoría soberanista, se abre la puerta a todo tipo de posibilidades y acuerdos.
La decimoquinta legislatura
Esta primera votación dará el pistoletazo de salida a la decimoquinta legislatura del Parlament desde su restitución en 1980. Una vez los electos recojan sus actas de diputados y se constituya el nuevo hemiciclo, tendrá lugar la votación de los siete asientos la Mesa, cuyo control lo tendrá la Mesa de edad, presidida por el parlamentario más mayor, Agustí Colominas (Junts), de 66 años, con las dos diputadas más jóvenes en calidad de secretarias: Júlia Calvet (Vox), de 23 años; y Mar Besses (ERC), de 25.
Más allá de dirigir y gestionar la votación, la Mesa de edad decidirá en este caso otra cuestión. Tras la sentencia del TC de anular el voto a distancia de Puigdemont y Lluís Puig, son los tres parlamentarios quienes tienen la potestad de decidir si se permite que deleguen su voto y voten, así, a distancia, situación que puede suponer el primer litigio de la legislatura porque tanto Junts como ERC ya han anunciado que sí avalarán el voto de ambos. En el caso del voto de Wagensberg no es problema porque está de baja médica, supósito que sí que recoge el reglamento de la Cámara.
La votación de la Mesa se lleva a cabo con urna y papeleta, donde cada parlamentario escoge un solo nombre de todos los que se presentan. Para la elección del presidente se requiere de una mayoría absoluta en primera votación y, si no se alcanza, los dos postulantes más votados pasan a una segunda votación, en el que se impondrá el que haya recibido más apoyos. En caso de empate, se repetirá la votación hasta en cuatro ocasiones, y si persiste la paridad, será el diputado del grupo parlamentario con más representación (el PSC, en este caso) el que se convierta en presidente del Parlament.
Después, en dos votaciones diferenciadas, se escogen los dos vicepresidentes y los cuatro secretarios. El funcionamiento es exactamente el mismo, pero en el caso de las vicepresidencias se deciden con los dos nombres con más votos de la votación y los secretarios con los cuatro candidatos que reciban más papeletas por orden correlativo.
Grupos parlamentarios y portavoces
La constitución del Parlament conlleva también la configuración de los grupos parlamentarios y sus portavoces. El resultado de las urnas asegura siete grupos parlamentarios: uno para PSC, Junts, ERC, PP, Vox, Comuns y el mixto.
Este último cambiará su color respecto a la pasada legislatura, ya que hasta ahora estaba formado por los tres diputados del PP -que ahora podrán formar un grupo propio-, y pasará a ser ocupado por la extrema derecha independentista de Aliança Catalana, que se estrena en el hemiciclo, y la CUP. Los ‘cupaires’ sacaron solo cuatro escaños y, para formar un grupo parlamentario propio, son necesarios cinco. Si ningún partido le cede un diputado, deberá compartir grupo y negociar los turnos de intervención con Aliança.