Pepinos de mar transparentes, esponjas en forma de cuenco que son los animales más longevos jamás descubiertos y cerdos de mar rosados son algunos de los fascinantes seres descubiertos durante una reciente expedición a las profundidades del Océano Pacífico. Se trata de especies desconocidas hasta ahora por la ciencia y que engrosan el tesoro de biodiversidad que acumula el planeta. Sin embargo, justamente esta zona puede quedar arrasada por un proyecto de minería submarina.
Los resultados que ahora se han dado a conocer corresponden a una expedición que concluyó en marzo y que durante 45 días analizó la zona Clarion Clipperton entre México y Hawaii, en el Océano Pacífico oriental. Uno de los científicos a bordo del buque de investigación británico James Cook era Thomas Dahlgren, ecólogo marino de la Universidad de Gotemburgo y del instituto de investigación NORCE.
“Estas zonas son las menos exploradas de la Tierra. Se estima que sólo una de cada 10 especies animales que viven aquí abajo ha sido descrita por la ciencia”, afirma.
El área estudiada forma parte de las Llanuras Abisales, que son áreas de aguas profundas a profundidades de 3.500 a 5.500 metros. Aunque representan más de la mitad de la superficie de la Tierra, se sabe muy poco sobre su fascinante vida animal.
“Este es uno de los pocos casos en los que los investigadores pueden participar en el descubrimiento de nuevas especies y ecosistemas de la misma manera que lo hicieron en el siglo XVIII. Es muy emocionante”, admite Dahlgren.
Esponjas de cristal con récord de longevidad
Los animales que viven en estas zonas de aguas profundas se han adaptado a una vida con muy poca nutrición. La mayoría se alimenta de desechos orgánicos, conocidos como nieve marina, que caen hasta aquí desde la superficie. Como resultado, esta población animal está dominada por los que se alimentan por filtración, como las esponjas, y los que se alimentan de sedimentos, como los pepinos de mar.
“La falta de alimentos hace que los individuos vivan muy separados, pero la riqueza de especies en la zona es sorprendentemente alta. Vemos muchas adaptaciones especializadas interesantes entre los animales de estas zonas”, dice Dahlgren.
Utilizando un vehículo operado a distancia (ROV), el equipo de investigación fotografió la vida en las profundidades marinas y tomó muestras para futuros estudios. Una de las especies capturadas por la cámara fue una esponja de vidrio con forma de copa, un animal que se cree que tiene la vida más larga de todas las criaturas de la Tierra: pueden vivir hasta 15.000 años.
Semejante longevidad supera a los 11.000 años que vive otra especie de esponja, la Monorhaphis chuni.
En concreto, la esponja ahora hallada bajo el Pacífico Oriental es del grupo de las hexactinélidas y está relacionada con las que se han encontrado ya en la Antártida y a las que se ha atribuido dicha edad. Aún permanece por determinar la edad de los ejemplares ahora encontrados en esta expedición.
Otra especie descubierta en la investigación fue el cerdo de mar rosado, un pepino de mar del género Amperima. La especie se mueve muy lentamente con sus patas tubulares por las desoladas llanuras en busca de sedimentos ricos en nutrientes. Las excrecencias en el extremo frontal de la parte inferior son pies remodelados que se utilizan para llevarse la comida a la boca.
“Estos pepinos de mar fueron algunos de los animales más grandes encontrados en esta expedición. Actúan como aspiradores del fondo del océano y se especializan en encontrar sedimentos que hayan pasado por el menor número de estómagos”, dice Dahlgren.
Amenazado por la minería
El objetivo de la expedición era cartografiar la biodiversidad de la zona, donde está prevista la extracción en aguas profundas de metales raros utilizados en la fabricación de paneles solares, baterías de automóviles eléctricos y otras tecnologías verdes. Varios países y empresas esperan autorización para extraer estos metales unidos a nódulos minerales que yacen en el fondo del océano.
Los científicos quieren saber más sobre cómo la minería podría afectar el ecosistema, registrar las especies existentes y descubrir cómo funciona este ecosistema.
“Necesitamos saber más sobre este entorno para poder proteger las especies que viven aquí. Hoy en día, el 30% de estas áreas marinas consideradas están protegidas, y necesitamos saber si esto es suficiente para garantizar que estas especies no estén en peligro de extinción”, afirma Dahlgren.
Las llanuras abisales
El fondo del océano que se encuentra entre 3.500 y 5.500 metros de profundidad se llama Llanura Abisal. A pesar del nombre, no es un paisaje totalmente llano. Hay muchas crestas y pequeños montes submarinos que pueden elevarse varios cientos de metros desde el fondo del océano, pero en la mayoría de los casos, esto no es suficiente para reflejarlo en los mapas existentes.
El medio ambiente en estas llanuras es extremadamente pobre en nutrientes. Los nutrientes presentes son restos de fuentes termales que se encuentran más lejos o excretados de ocasionales cadáveres de ballenas hundidos en el fondo. De lo contrario, los nutrientes se originan en la productiva superficie del mar a varios kilómetros de altura, pero sólo alrededor del uno por ciento llega al fondo del océano en forma de nieve marina.
Estudio de referencia: https://www.gu.se/en/news/unknown-species-discovered-on-deep-sea-expedition
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