La Organización Mundial Meteorológica (OMM) ha emitido nuevos pronósticos sobre la llegada de La Niña, un fenómeno climatológico que afectará a México. El patrón podría surgir durante la segunda mitad del año, después del desvanecimiento de El Niño.
Los datos históricos sugieren que cuando El Niño se presenta con una fuerza excepcional, tal como ocurrió esta vez, es secundado por La Niña en un 60% de los casos. El Centro de Predicción Climática del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos advirtió en febrero que los efectos de este último cambio meteorológico podrían iniciar durante el verano boreal, pero lo más probable es que el cambio meteorológico sea en otoño.
El nuevo informe de la OMM detalla que los efectos de cada episodio de La Niña varían en función de su intensidad y duración, la época del año en que se desarrolla y la interacción con otras variables del clima. Detalla que en los trópicos provoca condiciones opuestas a las que produce El Niño. En esta región se esperan temperaturas a la baja en la superficie del mar, precipitaciones y fuertes rachas de viento.
¿Qué es La Niña?
El Niño y La Niña son fenómenos atmosféricos que se originan en el océano Pacífico ecuatorial. Tienen la capacidad de alterar las condiciones del clima en todo el mundo. Son fases opuestas del patrón climático ENOS ( El Niño-Oscilación del Sur), por lo que no pueden ocurrir de manera simultánea.
El ENOS describe las modificaciones en la temperatura superficial del océano y en la presión que el aire ejerce sobre él. Cuando los registros de calor en la temperatura del mar superan el promedio por 0.5°C o más, la formación de El Niño se ve favorecida. Al descender sobre el mismo rango, La Niña tiene mayores posibilidades de desarrollarse. Si las temperaturas están dentro o cerca del promedio se presenta una fase llamada ENOS-neutral, en la que ninguno de los eventos climatológicos sucede.
¿Cuándo llegará a México?
Las proyecciones más recientes de la OMM señalan que existe un 50% de probabilidades de que La Niña se desarrolle entre junio y agosto. Las posibilidades crecen a 60% para los meses de julio a septiembre y aumentan a 70% para el periodo agosto a noviembre. El organismo explica que “por lo general, tras un episodio intenso de El Niño se dan las condiciones para el origen de La Niña. Las predicciones más recientes de los modelos son congruentes con esa secuencia”. Puntualiza que por ahora no hay certidumbre sobre la intensidad y duración del fenómeno.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) declaró en mayo que “se espera que la transición del fenómeno El Niño a ENSO-neutral suceda el siguiente mes. Existe un 49% de probabilidad de que se desarrolle La Niña entre junio y agosto, y de 69% para que se presente en el periodo julio-septiembre”.
¿Cuáles serán los efectos de La Niña y qué regiones se verán afectadas?
Con la presencia de La Niña, el clima en gran parte de México será más seco y caluroso durante la primavera, con posibles lluvias eventuales en el noroeste, occidente y centro, de acuerdo con el sitio especializado en meteorología Meteored. En el verano, “incrementa la inestabilidad en las ondas tropicales y provoca más lluviosas; pueden evolucionar fácil y algunas veces se transforman en ciclones tropicales”.
La temporada de huracanes en el Atlántico ha comenzado. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) prevé que será excepcionalmente fuerte a causa de La Niña. Las autoridades meteorológicas de México han anticipado un ciclo de tormentas tropicales “más activo de lo habitual” en la cuenca. Pronostican que la cantidad de fenómenos atmosféricos podría aumentar hasta en 50% por encima del promedio.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Conagua espera entre cinco y seis huracanes categoría 1 y 2. Advierte que Baja California Sur es el estado del país con mayor probabilidad de sufrir el impacto de un huracán, con 13%. En el segundo puesto se ubican Sinaloa y Quinta Roo; Veracruz es la tercera entidad en el listado.