Las cosas no acabaron del todo bien entre Xavi y Lewandowski. El técnico, que nunca tuvo un reproche en lo que a su profesionalidad se refiere, sí consideró durante la última temporada que para su tercer año al frente del equipo necesitaba otro tipo de delantero centro. Así se lo hizo saber al club en las reuniones de la comisión deportiva y el club tomó nota de ello.
El problema es que el agente de Lewandowski es Pini Zahavi, cuyo peso en el club es ahora mismo importante porque se trata de uno de los colaboradores más estrechos de Joan Laporta, presidente. Además, la figura de Lewandowski tampoco molestaba en lo que al tema deportivo se refiere a Deco. De esta manera, la demanda de Xavi no podía ser satisfecha de ninguna forma.
Pichichi en el Girona
Pese a ello, el técnico valoraba otras opciones que consideraba más adecuadas y tenía un nombre subrayado en rojo, el de Artem Dovbyk. El delantero del Girona ha brillado esta temporada a lo grande con el conjunto de Míchel y ha luchado hasta el final por un Pichichi que ha acabado ganando con 24 goles. El ucraniano ha demostrado una gran habilidad para jugar de espaldas y una facilidad para el gol aplastante. Los ha marcado de todos los colores.
arecía, de todas formas, un sueño inviable para Xavi, precisamente, porque Lewandowski tampoco tenía ninguna intención de marcharse. A nivel económico, aunque complicado, su cláusula es de 40 millones de euros, una cifra asequible para finanzas más saneadas que la blaugrana.