El uso de cigarrillos electrónicos, conocidos popularmente como vapers, ha ganado una popularidad alarmante entre los adolescentes y jóvenes en Paraguay. Lo que comenzó como una alternativa aparentemente menos dañina al tabaquismo tradicional se ha convertido en una inminente nueva crisis de salud pública. Es urgente tomar conciencia sobre los peligros que estos dispositivos representan y se aborden con seriedad los problemas persistentes del tabaquismo en nuestro país.

Los cigarrillos electrónicos se introdujeron en el mercado como una herramienta para ayudar a los fumadores a dejar el hábito. Sin embargo, rápidamente se han convertido en un producto atractivo para los jóvenes, debido a la percepción de ser menos dañinos, junto con su diseño moderno y la disponibilidad de sabores atractivos. Esta percepción es engañosa y peligrosa por lo que se dio alertas sucesivas por parte de profesionales médicos.

Estudios recientes han demostrado que los cigarrillos electrónicos contienen sustancias químicas nocivas que pueden causar daño pulmonar, enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. Además, la nicotina presente en muchos de estos dispositivos es altamente adictiva, lo que puede conducir a una dependencia que los jóvenes llevarán consigo a lo largo de su vida.

El sector más vulnerable es la que representa uno de los principales mercados del dispositivo. A una edad en la que sus cuerpos y cerebros aún están en desarrollo, la exposición a la nicotina y otras sustancias tóxicas puede afectar negativamente el desarrollo cognitivo y emocional. Además, existe una preocupante tendencia de que los jóvenes que comienzan a vapear tengan más probabilidades de pasar a fumar cigarrillos tradicionales.

El vapeo, al igual que el tabaquismo, está asociado con una serie de problemas de salud pública. El riesgo de enfermedades respiratorias crónicas, complicaciones cardiovasculares y, en el caso de algunos líquidos para vapeo, la exposición a metales pesados y otras toxinas, es real, no fantasiosa. Al no existir leyes prohibitivas específicas, se suma a la normalización de nuevos vicios.

A pesar de los esfuerzos realizados, el tabaquismo sigue siendo un grave problema de salud pública en Paraguay. Los cigarrillos tradicionales continúan siendo una causa principal de enfermedades mortales. Los costos económicos y sociales del tabaquismo son enormes, afectando no solo a los individuos que fuman, sino también a sus familias y al sistema de salud en general.

La realidad obliga a desarrollar campañas de educación dirigidas a adolescentes y jóvenes, informando sobre los riesgos del vapeo y el tabaquismo. Estas campañas deben ser claras, convincentes y estar respaldadas por datos científicos. De la misma forma, establecer y hacer cumplir regulaciones más estrictas sobre la venta y publicidad de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco, es tarea urgente. Esto incluye restringir la venta a menores y controlar la comercialización que atrae a los jóvenes.

Involucrar a la comunidad, incluidas las escuelas y las familias, en la lucha contra el uso de cigarrillos electrónicos y el tabaquismo, resultará en suma positiva contra el mal. Es esencial crear un entorno de apoyo y sensibilización. La salud y el bienestar de adolescentes y jóvenes están en juego por lo que comenzar a ocuparse de ello es la única alternativa para frenar lo abrumador del vicio de moda. Es responsabilidad como sociedad proteger a las generaciones futuras de estos peligros y asegurar que crezcan en un entorno saludable y libre de adicciones.