Senadores de la oposición advirtieron que el proyecto liberará, sin ninguna regulación legislativa o ambiental, la explotación privada de minicentrales eléctricas así como la construcción de minirrepresas hidroeléctricas en todo el país, lo que puede causar que grandes territorios queden inundados.

También advirtieron a la ciudadanía sobre un futuro sistema de distribución y venta de energía eléctrica en el que se imitará a las “aguaterías” privadas.

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Algunos afirmaron que prácticamente se estaba entregando a los empresarios la soberanía de los ríos y arroyos del país así como el derecho humano al acceso a la electricidad.

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Cemento cartista

Otros opositores indicaron que un plan paralelo es beneficiar a los productores de cemento que construirán estas minipresas hidroeléctricas, en alusión a la productora de cemento del grupo Cartes. Estas expresiones fueron lanzadas por las senadoras Esperanza Martínez (FG) y Yolanda Paredes (CN), entre otros.

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En cambio, los oficialistas indicaron que solo buscan hacer viables proyectos de construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas con un máximo 50 megavatios. Con esta propuesta, se podría atender el suministro de energía eléctrica de sistemas aislados o conectarse con la red de la ANDE.

El documento, presentado por diputados liberales del periodo pasado, vuelve a la Cámara Baja.