Al cura se le fue la mano en su intento de bautizar a la criatura y se armó un sarambi. (Foto: Captura de video)
La familia, como tantas otras de la zona, demostraban una profunda fidelidad a la fe católica. Movidas por sus creencias, las personas querían cumplir con el sacramento del bautismo. Y así lo hicieron. Solo que las cosas no salían como esperaban cuando el cura “opoi cuarta” y la alegría se transformó en un momento de nerviosismo y gritos.
El hecho se dio en una parroquia de São Sebastião do Alto, en la región serrana de Río de Janeiro, donde se puede ver al padre Ricardo Pinheiro da Silva Schueller acercando la cabeza de la beba a la pila bautismal para finalizar el ritual. La chiquita estaba llorando en brazos de su mamá, que intentaba llevarla hacia la pila. Entonces, el cura tironeó con fuerza a la beba del cuello para acercarla y mojarle la cabeza con agua bendita.
“Estamos enojados, nos sentimos impotentes, no entendemos cómo alguien que debía ser el representante de la palabra puede actuar así ante un ser tan inocente. ¡Quiero justicia! Esto no puede quedar impune “, afirmó la madre, Juliane, al sitio g1.
“Nos sentimos fatal y estamos indignados por su comportamiento. En ese momento no tomamos medidas porque había otros niños siendo bautizados, y sus bautismos se realizaron con todo el cuidado y paciencia, nada que ver con el bautismo de nuestra pequeña Jhullie, si podemos llamar eso un bautismo”, dijo.
“Él arruinó nuestro día. Pero Dios es tan bueno que el video publicado tuvo miles de vistas y todo este apoyo que estamos recibiendo en las redes sociales ayudará mucho para que se haga justicia”, comentó la tía.
El padre, en tanto, publicó un descargo en redes sociales y pidió disculpas. “¡Queridos hermanos! Movido por el espíritu de concordia y de paz, quiero pedir perdón a todos los que se sintieron entristecidos por mi actitud ayer, 25/05, en la parroquia de São Sebastião. Reconozco mi falta de caridad hacia la familia, el niño y los invitados. Al finalizar el bautismo, la familia me contactó en la sacristía. Pude pedir perdón por lo sucedido, aunque no fue intencional”, sostuvo.