Sin embargo, si observamos el Sol desde la Tierra, sus rayos atraviesan nuestra atmósfera, que tiene la característica de dispersar la luz azul con más eficacia que la roja, lo que hace que el color del Sol se vuelva amarillo. El efecto es más pronunciado cuanto más bajo está el Sol en el horizonte, porque la luz tiene que atravesar una capa más gruesa de atmósfera. Por tanto, si lo observamos a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, aparecerá más amarillo, mientras que hacia el mediodía, en lo alto del cielo, tendrá un tono más cercano al blanco.
Esto, unido al hecho de que hoy en día todos tomamos fotos con las cámaras digitales de nuestros smartphones, que tienen colores diferentes a los de las cámaras analógicas de nuestra juventud, hace que uno pueda convencerse fácilmente de que algo ha cambiado en la tonalidad (o incluso en la forma) del Sol, si observas fotos tomadas a distintas horas del día y con dispositivos más modernos.
Falsos recuerdos y mundos paralelos
Otra posible explicación es que se trate de lo que se denomina “Efecto Mandela”, es decir, una falsa memoria colectiva; en nuestro caso, que en el pasado el Sol era más amarillo de lo que lo vemos hoy. El término Efecto Mandela es interesante, y se acuñó tras un suceso en el que participó la investigadora paranormal Fiona Broom. Hace aproximadamente una década, de hecho, Broom se dio cuenta de que recordaba vívidamente el anuncio de la muerte de Nelson Mandela en prisión en la década de 1980, durante su encarcelamiento en las prisiones sudafricanas. Un acontecimiento que nunca llegó a producirse, ya que Mandela salió de aquellas prisiones, fue elegido para dirigir su país y no murió hasta 2013. Interesada en averiguar si el suyo era un error aislado, Broom creó una página web para reunir a otras personas que, como ella, recordaban la muerte de Mandela en los años 80, encontrando miles de ellas.
Como investigadora de lo paranormal, Broom no se conformó con un falso recuerdo para explicar la historia, y especuló con que el efecto Mandela procede de alguna forma de viaje dimensional, que la llevó a ella y a otros que recuerdan la muerte de Mandela a vivir en un universo paralelo en el que nunca ocurrió. ¿Qué hay entonces del Sol Blanco? Por supuesto, también hay quien atribuye el cambio de color de nuestra estrella a los viajes dimensionales.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia.