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Durante el cruel interrogatorio policial en 2018, Thomas Pérez Jr. llegó a confesar que había matado a su padre, cuando los agentes sabían que estaba vivo.
Una ciudad estadounidense tendrá que pagar alrededor de 900.000 dólares a un hombre que fue sometido a un interrogatorio policial de 17 horas en el que fue presionado por agentes para que confesara que había asesinado a su padre desaparecido, cuando, en realidad estaba vivo, informaron el viernes medios locales.
En 2018, durante el interrogatorio de Thomas Pérez Jr. por parte de la Policía en la ciudad de Fontana, los agentes amenazaron con sacrificar al perro de Pérez si no confesaba que había matado a su padre, lo que un juez ha calificado de “tortura psicológica inconstitucional”.
NEW: Fontana pays nearly $900,000 for ‘psychological torture’ inflicted by police to get a false confessionShortly after reporting his father missing, Thomas Perez Jr. was subjected to intense interrogation by Fontana detectives who accused him of murdering his father.Perez… pic.twitter.com/z3K7ruh6Ui
— 🇺🇸 InterStar Media 🇺🇸 (@InterStarMedia) May 24, 2024
Pérez Jr. informó a la Policía de que su padre, Thomas Pérez Sr., de 71 años, había salido a pasear con el perro, que regresó a los pocos minutos sin el anciano. Como el hombre parecía “distraído” y “despreocupado”, los investigadores sospecharon de su culpabilidad y lo interrogaron durante varias horas.
Según los registros judiciales, los detectives informaron a Pérez Jr. que habían recuperado el cuerpo de su padre que “llevaba una etiqueta en el dedo del pie en la morgue” y que tenían evidencia contra su hijo.
Finalmente, según las imágenes del interrogatorio, después de acurrucarse con el perro en el suelo, Pérez Jr. se derrumbó y dijo que había apuñalado a su padre varias veces.
Tras quedarse solo en la sala de interrogatorios, el hombre intentó ahorcarse con el cordón de sus pantalones cortos, después de lo cual “fue arrestado, esposado y transportado a un hospital psiquiátrico para observación de 72 horas”.
Crueldad sin precedentes
Como factor agravante, cabe destacar que la Policía no le comunicó a Perez Jr. que sabía que Pérez Sr. estaba vivo y se encontraba en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles esperando un vuelo para ver a su hija en el norte del estado de California.
“En mis 40 años de demandar a la Policía nunca he visto ese nivel de crueldad deliberada por parte de la Policía”, comentó Jerry Steering, abogado de Pérez Jr., que recordó que su cliente fue torturado “mentalmente” para que confesara un crimen que no había cometido, “ocultándole que su padre estaba vivo y bien” y “confinándolo en la sala de psiquiatría”, después de haberlo empujado al suicidio.