Durante estos días se habló bastante de David Rotela, el joven que “robó” su propio vehículo de una playa de autos, cuando lo encontró exhibido a la venta más de un año después de que a él se lo habían robado.

El joven protagonizó una persecución de película cuando huyó conduciendo su automóvil hasta la Comisaría 7ª mientras los dueños de la playa lo seguían.

Una vez llegó, explicó a los policías la situación y a la vez los dueños de la playa también aseguraron ser los legítimos dueños del coche.

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Efectivos de la Comisaría 7ª derivaron el rodado a la Comisaría 15ª pues es la jurisdicción en la que había ocurrido el hurto.

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Su hermano y él heredaron el coche

Por el momento no le entregan su coche. Rotela explicó que este auto pertenecía a su madre fallecida hace tres años, y que su hermano y él son los herederos. Como la sucesión aún no culminó, contó que desde la Fiscalía le explicaron que una vez que presente los documentos que pruebe que ambos hermanos son los herederos, les entregarán el automóvil.

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David Rotela dijo que es consciente de que muchas personas lo critican por no haber recurrido primero a la Policía o Fiscalía en lugar de ir por su cuenta a robar el coche. Explicó que tomó esta decisión porque temía que los de la playa de vehículos “transaran” con la Policía o ya hayan tenido un “trato” previo, y que hicieran desaparecer su coche sin darle chance de demostrar que es el dueño.

Resaltó que él dispone de todas las pruebas, incluso fotos en sus redes sociales, que muestran que estaba buscando el coche todo este tiempo.