Arbaugh habló recientemente con WIRED a través de Zoom para contarnos su experiencia en el estudio de Neuralink. Esta entrevista fue editada por razones de longitud y claridad.
Entrevista a Noland Arbaugh, la primera persona con Telepathy de Neuralink
Emily Mullin: Antes de que te pusieran el implante, ¿cómo era tu vida cotidiana?
Noland Arbaugh: La mayor parte del tiempo me la pasaba en la cama, todo el día. No me levantaba mucho a menos que tuviera algo que hacer. Me levantaba para bañarme cada dos días. Cuando la gente venía a mi casa a verme. Pero fuera de eso, me quedaba en la cama.
Justo antes de mi “iniciación” con Neuralink, intentaba aprender mucho más. Trataba de volver a encarrilar mi vida, porque no había hecho nada durante cinco años después de mi accidente. Así que comencé a aprender idiomas y otras cosas. Los dos años anteriores al ensayo de Neuralink intenté superarme activamente.
Has dicho que te enteraste del ensayo de Neuralink por un amigo. ¿Habías oído hablar antes de las interfaces cerebro-computadora?
No, nunca.
Musk es una persona muy ostentosa, y Neuralink transmitió en vivo algunas actualizaciones llamativas a lo largo de los años. ¿Cuál fue tu impresión inicial de la compañía?
Me sorprendió lo que intentaban hacer. Elon Musk ha tenido un gran impacto en el mundo, independientemente de que la gente piense que es bueno o malo. Fue estupendo saber que formaba parte de algo así. De verdad siento que somos almas gemelas con nuestra mentalidad de querer mejorar la humanidad.
Fue fantástico ver que el hombre más rico del mundo, posiblemente uno de los más poderosos del mundo, se interesaba por el tema; no es habitual que haya fondos destinados a personas con discapacidad.
Tuviste que pasar por un proceso de selección bastante exhaustivo para saber si cumplías los requisitos para participar en el ensayo de Neuralink. ¿Cómo fue?
Me llevó aproximadamente un mes. Lo solicité y en un día recibí un email en el que me decían que me habían seleccionado y que querían que realizara la primera entrevista. Hice un montón de entrevistas por Zoom. Tuve que someterme a muchas pruebas médicas. Me preguntaron por mi historial clínico y familiar, y tuve que hacer un examen psicológico.
Al final, cuando llevaba un mes, fui al hospital que habían seleccionado. Pasé un día entero en evaluaciones, que consistieron en ocho horas de estudios, incluidos escáneres cerebrales, diferentes escáneres craneales, análisis de sangre y de orina. Realicé otro psicoanálisis y luego tests de memoria para ver si estaba bien desde el punto de vista cognitivo y también para tener una base de referencia, de modo que si algo cambiaba supieran dónde estaba cuando empecé. Fue un día muy largo.
Después de eso, fue solo tiempo de espera.
Cuando te dijeron que te habían seleccionado para el ensayo y que te iban a poner el implante de Neuralink, ¿cómo te sentiste?
Todo el tiempo traté de mantener mis expectativas a un nivel muy bajo. Me dijeron durante todo el proceso que en cualquier momento, si no cumplía con alguno de sus requisitos, seguirían adelante en otra dirección. Intenté reducir mis expectativas porque no quería hacerme ilusiones y que me decepcionaran. Era difícil no entusiasmarse. Pero creo que lo necesitaba para mantener los pies en la tierra durante todo el proceso.