Costa Rica ha confirmado el cierre de los últimos dos zoológicos estatales que operaban en el país. La medida reabre el debate sobre la ética del cautiverio, las políticas de conservación y la explotación animal. El Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) comunicó la semana pasada que no renovará el contrato con Fundazoo, la fundación que hasta ahora estaba a cargo de la gestión de los centros de fauna silvestre del Estado. Tras la decisión, el zoológico Simón Bolívar y el Centro de Conservación Santa Ana han dejado de operar.
El anuncio ocurre casi una década después de que fuera aprobada una ley que prohíbe mantener animales salvajes en cautiverio dentro de instalaciones subsidiadas por el Gobierno. La aplicación de la normativa se retrasó ante una serie de amparos y litigios judiciales presentados por FundaZoo. La reforma no aplica para los 18 zoológicos privados que aún podrán operar en Costa Rica.
Los científicos acaban de descubrir que miles de estaciones de calidad del aire han estado recopilando accidentalmente valiosísimos datos de ADN de organismos locales. Estos pueden ayudar a preservar especies.
“Estamos cumpliendo regulaciones nacionales y acuerdos internacionales. La decisión de cerrar los zoológicos estatales se tomó hace dos años. La intención es llevar a los animales a un lugar donde puedan vivir mejor. Estamos muy preocupados por que la conservación sea una realidad”, aseguró Carlos Isaac Pérez, viceministro de gestión estratégica del MINAE.
Las autoridades estatales comenzaron el traslado de los 287 animales que habitaban en las instalaciones ahora cerradas. Serán transportados al centro de rescate Vida Silvestre Tropical, en donde especialistas evaluarán su estado de salud física y psicológica para determinar el mejor lugar de reubicación. El ministerio asegura que algunos ejemplares llevan más de 30 años en cautiverio, lo que podría dificultar su reintegración en el entorno natural.
Franz Tattenbach, ministro de Medio Ambiente y Energía de Costa Rica, adelantó que la dependencia contempla el desarrollo de santuarios libres de jaulas para aquellos animales que no puedan regresar a vivir en libertad. “Esto es un acto histórico. Costa Rica se convierte en el primer país del mundo sin zoológicos estatales”, celebró Juan Carlos Peralta, director de la Asociación para el Bienestar y Amparo de los Animales, en una declaración retomada por la agencia de noticias EFE.
Zoológicos: entre la preservación y la explotación animal
El cierre de los zoológicos en Costa Rica reabre el debate sobre la ética del cautiverio animal y el papel que tienen los zoológicos en la conservación y estudio de la fauna. Un artículo publicado por la Universidad del Medio Ambiente de México afirma que la función de estos complejos está enfocada en la preservación de la vida silvestre a través de la educación y proyectos de protección integral.
“Anualmente los zoológicos reciben a 700 millones de personas. Una visita a una institución zoológica es una puerta de entrada hacia el cambio personal que se necesita en pro del medio ambiente”, se lee. La publicación asegura que la mayoría de estas instalaciones están reguladas por normas ambientales locales e internacionales que garantizan la adecuada manutención de la flora y la fauna.
Darryl Heard, profesor asociado de medicina zoológica en la Universidad de Florida, asegura que cerrar estas instalaciones de forma masiva es “una cuestión compleja” que siempre debe abordarse desde la óptica del bienestar animal. Sostiene que existe un cambio sustancial en la manera en la que operan los zoológicos. “Sé que hay cosas que todavía necesitan mejorar. Pero en general ha habido una tendencia positiva para remediar los problemas de gestión”.