Richard Salayman, el primer paciente humano al que le fue trasplantado un riñón de cerdo modificado genéticamente, murió a los 62 años este 12 de mayo, menos dos meses después de su cirugía. Así lo comunicaron el Hospital General de Massachusetts y su familia. Médicos de la institución médica afirman que no existe evidencia de que el trasplante haya sido la causa de muerte.
Salayman fue la primera persona en recibir un xenotrasplante de riñón, la primera en recibir un alta hospitalaria tras el procedimiento, y la tercera en recibir un órgano de cerdo genéticamente modificado. Las otras dos fueron David Bennet, y Lawrence Faucette, ambos de 58 años, a quienes se había trasplantado corazones. Tanto como Bennet como Faucette murieron poco después de sus respectivas cirugías, en marzo de 2022 y octrubre de 2023 respectivamente. Un xenotrasplante es el trasplante de células, tejidos u órganos entre especies filogenéticamente diferentes.
Esta nueva forma de Alzheimer se relaciona a dos copias del gen APOE4; explicaría el 15% de los casos registrados del padecimiento a nivel mundial.
En un comunicado, la familia de Slayman ha agradeció el trabajo del equipo médico: “Sus enormes esfuerzos al liderar el xenotrasplante le dieron a nuestra familia siete semanas más con Rick y los recuerdos que creamos durante ese tiempo permanecerán en nuestras mentes y corazones”.
Por su parte, en un comunicado enviado a medios, el Hospital General de Massachusetts declaró: “Estamos profundamente entristecidos por el repentino fallecimiento del Sr. Rick Slayman. No tenemos indicios de que haya sido el resultado de su reciente trasplante”.
Alrededor de una semana después del trasplante, según Leonardo V. Riella, director médico de trasplantes de riñón del Hospital General de Massachusetts, el equipo observó signos de rechazo (cuando el sistema inmunitario del cuerpo reconoce el órgano del donante como ajeno y empieza a atacarlo). Los médicos lograron tratar a Slayman de inmediato con esteroides y medicamentos que frenan las reacciones inmunitarias. El equipo esperaba que el xenotrasplante diera buenos resultados por al menos dos años.
La intervención quirúrgica durante las primeras etapas del desarrollo embrionario sería la vía más eficiente para corregir fallos en órganos vitales.
En 2018, Slayman recibió un riñón humano pero su cuerpo lo rechazó. Posteriormente aceptó la propuesta del tratamiento experimental. Los órganos que provienen de cuerpos ajenos comúnmente son el objeto de ataques del sistema inmunológico del paciente. Las experiencias con corazones de cerdo habían demostrado que, en el caso de órganos animales, el cuerpo humano podía rechazarlos con especial violencia.
El riñón que recibió Salayman fue alterado genéticamente con el propósito de aumentar la compatibilidad. Provino de un cerdo donante criado por la empresa eGenesis de Cambridge (Massachusetts). Los científicos de la compañía utilizaron la técnica CRISPR para realizar 69 modificaciones genéticas en el animal, incluyendo la eliminación de genes porcinos dañinos y la incorporación de ciertos genes humanos. “Lo vi no solo como una forma de ayudarme a mí, sino de dar esperanza a los miles de personas que necesitan un trasplante para sobrevivir”, dijo Slayman en una declaración difundida por el Hospital General de Massachusetts tras el trasplante.
El trasplante de Salayman pasará a la historia. Representó el más reciente logro en el campo de los xenotrasplantes, una práctica que los científicos han intentado durante décadas debido a la escasez de órganos humanos adecuados para trasplantes. Solo en Estados Unidos, más de 100,000 personas están en lista de espera para recibir un trasplante, y 17 individuos fallecen diariamente mientras aguardan por un órgano. El riñón es el órgano más demandado .