El arrecife Sacramento debe su nombre al naufragio del SS Sacramento en diciembre de 1872. Este sidewheeler, construido en 1864 en Nueva York, realizaba viajes de carga y pasajeros entre Nueva York y San Francisco, rodeando el Estrecho de Magallanes. Es una de las embarcaciones que la SAS podría localizar este año, a solo cinco metros de profundidad, en una zona de fuertes corrientes, según Piña Cetina.
La ubicación geográfica de Baja California la convirtió, en los siglos XIX y XX, en un paso obligado para embarcaciones que, durante más de 300 años, enfrentaron una ruta llena de islas, arrecifes y bajos de arena, características únicas de la península.
Los barcos que navegaban cerca propiciaron también un sitio ideal para la caza de lobos marinos y otros animales, comerciados por balleneros norteamericanos, canadienses e incluso rusos, quienes tenían una presencia significativa en la costa norte de México.
“En 2022, el buzo José Sierra avisó de la presencia de un barco hundido en la bahía de Ensenada. La SAS hizo el reconocimiento y se ubicó en un contexto específico, a 35 o 37 metros de profundidad. Lo que nos llama la atención es que, de acuerdo con él, se trata de un barco de construcción mixta con madera local. En esta temporada pretendemos registrarlo, ver de qué nación es, a qué venía y toda la información que podamos recuperar de su contexto”, dijo Mariana Piña Cetina.
Arqueología subacuática: miles de historias debajo del mar
La arqueología subacuática ha permitido recuperar objetos valiosos que ayudan a reconstruir nuestra historia, a pesar de los desafíos en su localización. Un ejemplo destacado es la búsqueda del galeón Nuestra Señora del Juncal, hundido cerca de 1631 en la sonda de Campeche tras zarpar de Veracruz rumbo a Sevilla, España. Este naufragio, al cual el INAH ha prestado especial atención, es de gran valor histórico y patrimonial.
El galeón transportaba metales preciosos y piezas de artillería, cuya recuperación permitiría reconstruir aspectos del México colonial. La arqueología subacuática es la ciencia que estudia procesos sociales del pasado a través de restos materiales en cuerpos de agua, también investiga vestigios en cuevas, cenotes y otros entornos acuáticos, utilizando técnicas avanzadas y tecnología moderna.
Modelos matemáticos han sido esenciales en la búsqueda del Juncal, para tener una aproximación a la zona del hundimiento. Los primeros trabajos de exploración subacuática en México se remontan a la década de 1950 y principios de los 60, cuando expertos mexicanos y extranjeros recuperaron vestigios prehispánicos de un naufragio en Quintana Roo.
El futuro parece prometedor para el patrimonio cultural subacuático del país, ya que éste se encuentra protegido legalmente y es investigado por un grupo de profesionales de múltiples disciplinas e instituciones, por lo que es cada día más conocido y disfrutado por la sociedad.