Asunción, Agencia IP.- El canciller nacional, Rubén Ramírez Lezcano, afirmó que la apertura y la expansión de los mercados son vitales para generar crecimiento y desarrollo, principalmente para el Paraguay, por su condición de país en desarrollo sin litoral marítimo. Instó a enfocarse en aquellos países que tengan similar vocación aperturista y no atascarse en procesos en los cuales no se han conseguido avances.
Así lo expuso Ramírez Lezcano durante la LXIV Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común, que se celebra este domingo en la capital paraguaya, Asunción.
En primer término, el canciller se mostró optimista en que al final del día se establecerán acuerdos para avanzar en el cumplimiento efectivo de los objetivos plasmados en el Tratado de Asunción, en línea con los enormes desafíos que impone la agenda internacional actual.
“Debemos ser conscientes que nuestro proceso de integración afronta cotidianamente demandas que solo pueden ser atendidas con el firme compromiso de cada uno de sus integrantes. Sin ese compromiso y sin acuerdos reales no es posible avanzar. La vocación integracionista que traerá bienestar a nuestros pueblos debe ser abonada cada día, con acciones efectivas y reales”, expresó.
Respecto a los avances, admitió que si bien hubo algunos, el proceso de entendimiento ha sido lento y complejo, lo que demuestra la importancia de buscar una fórmula para hacer más ágil y dinámica la marcha del Mercosur hacia su necesaria actualización.
Enfatizó que la escasa dinámica del proceso se vio reflejada igualmente en el ámbito de las negociaciones externas, aunque no siempre por razones atribuibles al Mercosur. Dijo que la firma del acuerdo comercial con Singapur hace unos meses atrás rompió más de una década de letargo donde no se daban acuerdos que permitieran ampliar las posibilidades de acceso de nuestros productos a nuevas regiones.
“La apertura y la expansión de los mercados son vitales para generar crecimiento y desarrollo. Esto es aún más apremiante para el Paraguay, por su condición de país en desarrollo sin litoral marítimo. Es por eso que queremos ser claros y reiterar que al definir nuestros próximos frentes de negociación nos enfoquemos en aquellos países que tengan similar vocación aperturista. No podemos seguir atascados en procesos en los cuales no hemos conseguido avances”, exteriorizó.
Precisó que una de las prioridades de la presidencia paraguaya fue el inicio de las negociaciones de un acuerdo comercial con los Emiratos Árabes Unidos, cuya primera ronda se llevó a cabo en Asunción entre los días 2 y 4 de julio; compromiso asumido en la confianza de poder culminarlo en un corto plazo.
Igualmente, hizo hincapié en la determinación de Paraguay de priorizar acuerdos equilibrados que contemplen al sector productivo como motor de crecimiento de nuestras naciones. No vamos a claudicar ni aceptar imposiciones de políticas proteccionistas de parte de países desarrollados; que con discursos bien intencionados pretenden establecer medidas que finalmente se transforman en trabas al comercio, añadió.
Señaló que las lecciones aprendidas y la trayectoria que se han trazado, evidencian que las acciones realizadas en materia de relacionamiento externo deben ser acordadas y desarrolladas en conjunto; analizadas convenientemente con el criterio de la relación costo/beneficio, atendiendo intereses genuinos y descartando segundas intenciones.
La conjunción de los mercados de los Estados Partes es un patrimonio compartido que no puede ser objeto de disposición de manera individual. Debemos tener en cuenta que el principal atractivo del bloque radica en el mercado unificado, por su dimensión y capacidad de consumo, alegó.
En otro momento de su intervención, el ministro de Relaciones Exteriores reconoció que en contexto global actual, con los más de 50 conflictos vigentes alrededor del mundo, entre los que destacan las guerras entre Rusia y Ucrania; Israel y la Franja de Gaza y las tensiones en el mar de China meridional, presenta efectos colaterales disruptivos, como los que se experimentan en la cadena global de suministros. Pero también abren oportunidades únicas para la región.
Destacó que el Mercosur posee un potencial enorme en la producción de alimentos, en reserva de agua dulce y en generación de energía renovable, que constituyen bienes estratégicos en el contexto actual.
“Ante este escenario debemos plantearnos el Mercosur que queremos y el grado de profundización o avance que necesita para ocupar el lugar de preponderancia regional y global que le corresponde”, subrayó finalmente.