Una nueva ola de misiones espaciales se avecina. Las potencias tecnológicas interesadas saben que se requerirán cohetes que prioricen la reducción de costos sin sacrificar la potencia o capacidad de carga. También es fundamental que las agencias tengan autonomía tecnológica en los despegues. La NASA tiene su cohete SLS, el sector privado presume del Falcon 9 o New Shepard, y China apuesta por los Long March. La Agencia Espacial Europea (ESA) no pretende quedarse atrás. Su propuesta es el Ariane 6, un cohete de 62 metros de altura y 870 toneladas, con hasta cuatro propulsores.
El Ariane 6 es la respuesta de la ESA ante las nuevas necesidades de carga pesada al espacio. De acuerdo con la página oficial de la agencia, la versión de cuatro propulsores permitirá enviar hasta 11.5 toneladas de equipaje a la órbita de transferencia geoestacionaria y 21.6 toneladas a la órbita terrestre baja. Las tres etapas del cohete suman una potencia de empuje de 8,500 kilonewtons. Los miembros pertenecientes a la agencia podrán utilizarlo para aplicaciones de observación, telecomunicaciones, meteorología, ciencia y navegación.
El nuevo cohete de la ESA se comenzó a planear en diciembre de 2014. Por aquel entonces, las autoridades le dieron luz verde al proyecto con la intención de mantener el liderazgo de Europa en el mercado de servicios de lanzamiento comercial. Al mismo tiempo, debería cubrir las necesidades de autonomía de la región en el acceso y aprovechamiento del espacio exterior. Trece países participaron en la gestión del proyecto, pero las industrias de toda Europa construyeron el vehículo y sus componentes durante la última década.
El lanzamiento espacial de la ESA está previsto para el 9 de julio, entre retos y esperanzas, para un sistema del que dependerá toda Europa.
Cuándo y dónde ver el despegue de Ariane 6
El próximo 9 de julio, el Ariane 6 tendrá su primer viaje oficial con dos propulsores. Su ascenso supone “una nueva era de viajes espaciales europeos autónomos y versátiles”, según la ESA. En su inauguración, pondrá en órbita algunos satélites pequeños, además de una plataforma de despliegue de la misma tecnología. La estructura que soportará el despegue ya está preparada en un punto especial de Guayana Francesa.
El viaje no está exento de riesgos, pero los científicos se muestran confiados ante el trabajo realizado. Ya hay cerca de 30 viajes contratados para ser ejecutados por el Ariane 6. Una veintena de misiones está destinadas a colocar los satélites Kuiper de Amazon. Los primeros seis lanzamientos se concretarán antes de 2025.
Si las condiciones meteorológicas son las adecuadas, el Ariane 6 despegará en el Puerto Espacial Europeo de Kourou. La ESA transmitirá en vivo la proeza a través de su cuenta oficial de YouTube y promete que iniciará el video 30 minutos antes del ascenso. Sin embargo, todavía no hay una hora oficial del lanzamiento.
Aunque representa 10 años de trabajo internacional y la tecnología supone un uso de al menos dos décadas más, el Ariane 6 enfrenta críticas importantes. La principal es que los cohetes de carga pesada no son reutilizables. Esta característica es una de las ventajas que tiene SpaceX sobre el resto de la competencia espacial. Los módulos rescatables implican una reducción importante de costos operativos. De acuerdo con la propia ESA, la decisión se tomó a partir del escenario de 2014, donde no había más de 10 despegues al año.