El Barça ganó al Real Madrid. Una vez más. Otra vez por goleada. La noticia es que no hay noticia porque no existe club en el mundo que sepa competir mejor contra ese conjunto blanco que colecciona títulos, en el fondo, gracias a no haberse enfrentado al Barça. El fútbol viste de blaugrana y huele a blaugrana. Gavi, que jugó la semifinal ante el Athletic, que marcó y asistió, volvió a salir de inicio ante los blancos.
El onubense, al que Xavi definió como un “corazón con patas”, jugó un partidazo ante el equipo de Ancelotti en la final de la Supercopa de España. En 2023, antes de que la selección española le forzara y se lesionara de gravedad y se perdiera un año de competición, fue clave también para ganar 1-3 con gol y dos asistencias. El fútbol a veces es justo. Lo fue en Yeda.
Cuando el partido acabó, Gavi, un caballero, no dudó, en el momento en el que se cruzó con el presidente del Real Madrid, Florentino, en agradecerle al mandatario el gesto que tuvo cuando se rompió la rodilla ante Georgia. Pérez le envió una carta deseándole una pronta recuperación: “Quería darte las gracias por la carta que me enviaste cuando me lesioné”, le dijo el jugador al máximo representante institucional del conjunto blanco.