Debido tanto a la pandemia de COVID-19 como al hecho de que “streamer profesional” es ahora una carrera codiciada por muchos, la rama del mercado que produce micrófonos y auriculares creados específicamente para el streaming ha ido ganando impulso. Con esto quiero decir que hay gigantes establecidos como Elgato, pero también una miríada de recién llegados que intentan ganar terreno y cuota de mercado.
Ahora tenemos la oportunidad de echar un vistazo más de cerca a otra de las muchas marcas competidoras; Streamplify, que intenta ofrecer productos más orientados al presupuesto, y más concretamente el llamado “Mic Pro”, que va directamente detrás de Elgato, Razer y todos los demás gigantes ofreciendo muchas prestaciones, pero a un precio más bajo.
Así que vale la pena señalar que puedes conseguir un Streamplify MIC Pro por unos 80 euros. Esto contrasta con el Wave:3 de Elgato, el Seiren V3 de Razer o incluso el ya anticuado Logitech G Yeti GX, que cuestan alrededor de un 30% más.
Publicidad:
Pero a primera vista, es haciendo muy pocos sacrificios. En primer lugar, el paquete incluye un soporte y una montura antivibraciones, y dispone de monitorización de audio mediante un conector de 3,5 mm, una superficie táctil para silenciar en la parte superior y cuatro patrones de captación distintos. Tienes estéreo, omnidireccional, cardioide y bidireccional, lo que significa que si cuelgas el Mic Pro de un brazo, puedes grabarte a ti mismo, una conversación con una sola persona o un podcast con tres o más participantes utilizando patrones especializados.
Es bastante competitivo, por no decir otra cosa, y en su interior encontramos incluso cuatro cápsulas de condensador que graban a una frecuencia de muestreo de 192 kHz/24 bits y con una impedancia de 1.000 ohmios. No está nada mal, y mediante una cancelación del ruido de fondo relativamente eficaz (dependiendo del patrón de captación que elijas), Streamplify realmente cumple aquí.
Lo peor es la calidad de construcción. Sí, es “solo” un micrófono negro mate con unos 10 efectos RGB dedicados que desprenden ese aire de “jugador con clase”, pero el plástico utilizado parece salido directamente de una impresora 3D. Todo es un poco demasiado poroso, un poco demasiado fino, y algún tipo de aleación metálica sin duda habría ayudado a la sensación de calidad.
Publicidad:
Pero aparte de eso, es difícil encontrar mucho de lo que quejarse aquí. Por este precio, puedes conseguir un Blue Yeti en cualquier otro sitio, o las variantes mucho más económicas de los gigantes establecidos, pero sacrificas muchas de las funciones que Streamplify se ha asegurado de incluir.
Ahora mismo puedes conseguir un Streamplify MIC Pro por 80 euros. Es una gran oferta por tu dinero.