El Banco Central Europeo (BCE) ha alertado sobre el crecimiento de los fondos privados y otras fuentes de financiación. Este aumento, fuera de los bancos regulados, supondría una amenaza para la estabilidad del sistema financiero de la eurozona. Así lo ha confirmado Elizabeth McCaul, miembro del Consejo de Supervisión del BCE.
“Lo cierto es que están apareciendo luces de precaución frente a nosotros”, aseguraba en declaraciones al ‘Financial Times’. McCaul cuenta con una amplia trayectoria en el sistema financiero de los Estados Unidos, y también ha trabajado en Goldman Sachs, por lo que cuenta con una gran experiencia y conocimientos.
La experta ha detectado señales de alarma que requieren de control: “Lo más importante (de estas señales de alarma) es probablemente en la que tenemos menor visibilidad y donde las cosas pueden moverse más rápido que en la dinámica crediticia normal: ese es el mercado de intermediarios financieros no bancarios”.
La popularmente conocida como “banca en la sombra”, es decir, los intermediarios no financieros no bancarios, cuenta con activos de 42,9 billones de euros en el tercer trimestre de 2023, solo en la eurozona. En comparación, los prestamistas tradicionales cuentan con 38 billones de euros en el mismo periodo de tiempo.
Desde la crisis financiera mundial, el crecimiento de este sector es “algo que siempre nos preocupa”, señala McCaul. “Está fuera del perímetro regulatorio y de supervisión bancaria”, explicaba la experta. En este caso, los vínculos opacos entre el sector y los bancos a través de la recompra, líneas de crédito o derivados preocupan que esto “se traduce en riesgos sistémicos”.