A principios de 2022, dos miembros del personal de políticas de Google se reunieron con un trío de mujeres víctimas de una estafa que hizo que circularan por internet videos explícitos de ellas, incluso a través de los resultados de búsqueda de Google. Ellas se encontraban entre las cientos de jóvenes adultas que respondieron a anuncios que buscaban modelos de trajes de baño para ser obligadas a actuar en contenidos sexuales distribuidos por el sitio web GirlsDoPorn. La página cerró en 2020, y un productor, un contador y un camarógrafo se declararon culpables de tráfico sexual, pero los videos seguían apareciendo en los resultados de Google más rápido de lo que las mujeres podían solicitar su eliminación.
Las mujeres, a las que se unieron un abogado y un experto en seguridad, presentaron una gran cantidad de ideas sobre cómo Google podría ocultar mejor los clips ofensivos y denigrantes, según cinco personas que asistieron a la reunión virtual o fueron informadas de ella. Querían que el buscador de Google prohibiera los sitios web dedicados a GirlsDoPorn y los videos con su marca de agua. Sugirieron que Google tomara prestado el disco duro de 25 terabytes en el que el consultor de ciberseguridad de las mujeres, Charles DeBarber, había guardado todos los contenidos de GirlsDoPorn, creara una huella dactilar matemática, o “hash”, de cada clip y los bloqueara para que nunca volvieran a aparecer en los resultados de las búsquedas.
Los dos empleados de Google presentes en la reunión esperaban utilizar lo que habían aprendido para obtener más recursos de los altos mandos. Pero el abogado de la víctima, Brian Holm, se marchó con dudas. El equipo de políticas de la empresa se encontraba en “una situación difícil” y “no tenía autoridad para efectuar cambios dentro de Google”, comparte.
Su instinto le dio la razón. Dos años después, ninguna de las ideas planteadas en la reunión se ha puesto en práctica, y los videos siguen apareciendo en los resultados de las búsquedas.
Imágenes íntimas no consentidas: un problema creciente en el buscador de Google
WIRED habló con cinco exempleados de Google y 10 defensores de las víctimas que han estado en comunicación con la empresa. Todos ellos mencionan que agradecen que, debido a los recientes cambios introducidos por Google, las supervivientes de abusos sexuales cometidos con imágenes, como la estafa de GirlsDoPorn, consigan eliminar con mayor facilidad y éxito los resultados no deseados de las búsquedas. Pero les frustra que la dirección de la gigante tecnológica no haya aprobado las propuestas, como la idea del disco duro, que consideran que restablecería y preservaría mejor la privacidad de millones de victimas de todo el mundo, la mayoría de ellas mujeres.
Las fuentes describen deliberaciones internas de las que no se había informado anteriormente, incluida la justificación de Google para no emplear una herramienta del sector denominada StopNCII que comparte información sobre imágenes íntimas no consentidas (NCII, por sus siglas en inglés) y el hecho de que la compañía no exigiera que los sitios web pornográficos verificaran el consentimiento para obtener tráfico de estas búsquedas. El propio equipo de investigación de Google ha publicado medidas que las empresas tecnológicas pueden adoptar contra las NCII, incluido el uso de StopNCII.
Asimismo, las fuentes creen que tales esfuerzos contendrían mejor un problema que va en aumento, en parte gracias a la ampliación del acceso a herramientas de inteligencia artificial (IA) que generan deepfakes explícitos, incluidos los de las supervivientes de GirlsDoPorn. El número total de denuncias a la línea de ayuda Revenge Porn de Reino Unido se incrementó en más del doble el año pasado, hasta aproximadamente 19,000, al igual que el número de casos relacionados con contenido sintético. A la mitad de los más de 2,000 británicos que participaron en una encuesta reciente les preocupaba ser víctimas de deepfakes. En mayo, la Casa Blanca instó a los legisladores y a la industria a tomar medidas más rápidas para frenar las NCII en general. En junio, Google se unió a otras siete compañías y nueve organizaciones en el anuncio de un grupo de trabajo para coordinar las acciones.
En la actualidad, las víctimas pueden exigir el enjuiciamiento de los agresores o emprender acciones legales contra los sitios web que alojan esta clase de contenidos, pero ninguna de esas vías garantiza nada, y ambas pueden resultar costosas debido a los honorarios de los abogados. Conseguir que Google elimine los resultados sería la táctica más práctica y serviría al objetivo último de mantener el material infractor fuera del alcance de amigos, jefes de contratación, posibles arrendadores o citas, quienes probablemente recurran a Google para buscar información sobre las personas.
Una representante de Google, quien solicitó el anonimato para evitar el acoso de los autores, declinó hacer comentarios sobre la llamada con las víctimas de GirlsDoPorn. Asegura que la lucha contra lo que la empresa denomina imágenes explícitas no consentidas (NCEI, por sus siglas en inglés) sigue siendo una prioridad y que las acciones de Google van mucho más allá de lo que exige la ley. “A lo largo de los años, hemos invertido mucho en políticas y mecanismos líderes en el sector para ayudar a proteger a las personas afectadas por este contenido perjudicial”, afirma. “Los equipos de todo Google siguen trabajando con diligencia para reforzar nuestras medidas y abordar cuidadosamente los nuevos retos para proteger mejor a las personas”.