Es bien sabido que dormir mal produce alteraciones neurológicas. La concentración y la mala memoria son las afecciones más conocidas. Pero aunque la vinculación entre la falta de sueño y la dificultad para recordar está bien documentada, la ciencia aún no comprende con exactitud el mecanismo neurológico que lo produce. Una investigación reciente publicada en Nature ha arrojado nueva luz sobre la interrupción del descanso, la memoria, y lo que ocurre en el hipocampo.
Según el informe, la privación de sueño provoca que una señal cerebral crucial relacionada con la memoria a largo plazo se comporte de manera anómala. Esta conclusión llega tras un experimento realizado con siete ratones trasnochados, donde se exploró su actividad neuronal en el hipocampo mientras resolvían un laberinto.
¿Qué es recordar y cómo se ve?
La memoria y los recuerdos son algunos de los principales misterios de la neurobiología contemporánea. Gracias a los intensos estudios sobre el cerebro, los científicos saben que la memoria no es un compartimento exacto al que se pueda acceder. En su lugar, han optado por la interpretación de que la información aprendida se almacena en varias partes del órgano. Mientras estén guardadas en forma de sólidas ramificaciones neuronales, las personas recuperan esas imágenes mentales y experiencias pasadas según la situación que están experimentando.
A pesar de la ambigüedad del sistema de la memoria, existen áreas y actividades eléctricas clave en el proceso de recordar. El hipocampo (llamado así porque tiene forma de caballito de mar) es una de las estructuras más importantes del cerebro vinculadas a la memoria. Además, hay patrones visibles que pueden considerarse biomarcadores atribuibles al proceso de recordar, como las ondas agudas (SPW-Rs, por sus siglas en inglés) que se visualizan cuando se presta atención al hipocampo.
Las ondas agudas aparecen cuando un gran grupo de neuronas se activa en sincronía. Mientras un ratón recuerda, las SPW-Rs se visualizan como oscilaciones de onda en una pantalla a un ritmo concreto. La ciencia cree que los patrones en las ondas facilitan la comunicación entre el hipocampo y la neocorteza, donde tienden a estar los recuerdos a largo plazo. Nature explica que, cuando los animales revisitan las jaulas donde crecieron, en las computadoras aparecen repeticiones aceleradas de patrones de actividad cerebral del hipocampo. Las SPW-Rs, entonces, son una forma de saber que el roedor está formando una representación neuronal del lugar a través del reconocimiento sensorial.