Corre 1985, y Shigeru Miyamoto, el creador de Super Mario, The Legend of Zelda y otras legendarias franquicias de Nintendo, está inmerso en el proceso de desarrollo de Super Mario Bros. En este momento, el diseño del juego está tomando forma, pero el equipo está luchando con un reto importante: cómo hacer que los enemigos reaparezcan después de caer al vacío. Mientras trabajan en el problema, la solución sigue siendo esquiva. Pero todo cambia cuando Miyamoto da un paseo por las calles de Kioto.
Mientras pasea por la ciudad, Miyamoto ve una tubería de plástico que sobresale de una pared. Este detalle, aparentemente pequeño y ordinario, desencadena una idea: ¿y si las tuberías pudieran utilizarse para hacer que los enemigos reaparecieran en la pantalla? Este encuentro fortuito conduciría a la creación de las ahora icónicas tuberías de Super Mario, una característica que se convirtió en un elemento central del diseño del juego y en uno de sus elementos más reconocidos de la historia de los videojuegos.
Miyamoto reflexionó más tarde sobre este momento, explicando que su enfoque principal en el desarrollo de juegos siempre ha sido primero la experiencia de juego, en lugar de preocuparse inmediatamente por los tecnicismos o la coherencia visual. La tubería, que podría parecer una solución sencilla, nació del principio de hacer que el juego fuera divertido y funcional por encima de todo. Este momento memorable pone de relieve cómo la inspiración puede surgir de las cosas más sencillas, transformando una observación ordinaria en un aspecto clave de una franquicia que ha hecho historia.
Ahora, gracias a una reciente traducción al inglés realizada por Shmuplations de una entrevista de 2000 con Miyamoto, podemos conocer esta fascinante historia detrás de las tuberías, arrojando nueva luz sobre el proceso creativo que hay detrás de Super Mario. ¿Crees que Super Mario habría tenido el mismo impacto sin sus tuberías?