Si el incendio más grande de los que arde en Los Ángeles estuviera ocurriendo en Barcelona, la ciudad entera estaría prácticamente en llamas. El fuego de Palisades, que ya quema más de 9.600 hectáreas (unos 95 km cuadrados) y que solo está contenido al 11% equivaldría a aproximadamente el 95% de la ciudad de Barcelona, de poco más de 100 km cuadrados.
Pero no es el único, solo uno de los tres incendios principales, junto con Eaton y Hurst, y se calcula que hay más de 100 focos activos. Si tenemos en cuenta la superficie combinada de todos ellos, el fuego ya habría ido más allá de los confines de la ciudad, hasta alcanzar una superficie de más de 1.500 hectáreas (150 kilómetros cuadrados). Esto equivale, además de Barcelona entera, a las cuatro ciudades colindantes de L’Hospitalet de Llobregat y Cornellá por un lado, y Badalona y Santa Coloma de Gramanet por el otro.
El área metropolitana de Los Ángeles y Long Beach es la más extensa de Estados Unidos, a pesar de que los Nueva York sea la más poblada, con 19 millones de habitantes. Esto se debe a que las construcciones en California son mucho más dispersas, con la proliferación de casas unifamiliares en barrios de todo el abanico de poder adquisitivo, haciendo difuso el límite entre el ‘centro’ urbano, los barrios y sus urbanizaciones colindantes. La vegetación que permite este modelo urbano también ha propiciado en este caso la extensión del fuego, que está lejos de su extinción.
Se trata del mayor incendio de la historia de Los Ángeles, algo remarcable por la cantidad de zona habitada que está siendo afectada y el número de personas que han perdido su vivienda y que están expuestas al fuego, al humo y a cortes de suministros. Sin embargo, California cuenta con una larga historia de trágicos incendios masivos. El incendio de Camp Fire en 2018 ha sido el más mortal del estado, dejando 85 muertos y reduciendo la ciudad Paradise entera a cenizas.