El condado de Los Ángeles, California, se encuentra en estado de emergencia debido a seis incendios forestales que han consumido más de 11,000 hectáreas, destruido 2,000 edificaciones, desplazado a cerca de 130,000 habitantes y causado la muerte de cinco personas. Los expertos advierten que los vientos de Santa Ana están intensificando el fuego y dificultando las labores de contención.
Los vientos de Santa Ana son un fenómeno meteorológico característico de California, Estados Unidos, que ocurre entre 10 y 25 veces al año durante los meses más fríos. Tienen una duración promedio de uno a siete días. Se distinguen por fuertes corrientes de aire que se desplazan desde las montañas hacia la costa sur de la región.
Mientras los vientos huracanados avivan los incendios más destructivos de la historia de California en las cordilleras de las montañas, las comunidades se enfrentan a la doble amenaza de las fuerzas naturales y el calentamiento del planeta.
Jon Keeley, ecólogo investigador del Servicio Geológico de los Estados Unidos, explica que este evento atmosférico “se genera cuando hay altas presiones en el este, en la Gran Cuenca, y bajas presiones frente a la costa. Las masas de aire se mueven de alta a baja presión. Cuanto más pronunciada es la diferencia de presión, más intensos son los vientos”.
Estos vientos suelen alcanzar velocidades de entre 48 y 64 kilómetros por hora (km/h), aunque en casos extremos pueden registrar ráfagas de hasta 160 km/h. A medida que el aire se desplaza, pierde humedad y se calienta. El efecto seca la vegetación y la vuelve altamente inflamable, favoreciendo la generación y rápida propagación de incendios.
¿Por qué los vientos de Santa Ana afectan tanto a California?
Diversos estudios han demostrado que las lluvias otoñales reducen el riesgo de incendios asociados a los vientos de Santa Ana. Pese a ello, el sur de California atraviesa una situación excepcionalmente árida. Datos del Centro de Predicción Climática indican que solo el 10% del estado estaba bajo algún nivel de sequía hasta octubre del año pasado. No obstante, los registros publicados la semana pasada muestran que más del 30% de la entidad experimenta condiciones secas. La zona sur reporta precipitaciones por debajo del promedio, con menos de 6 milímetros de lluvia desde principios de julio.
Keeley afirma que California está experimentando quemas forestales más destructivas que en el pasado, una tendencia que también se observa a nivel mundial. Un reciente estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution revela que el número y la intensidad de estos eventos a nivel mundial se han duplicado en las últimas dos décadas.
Los científicos atribuyen estas catástrofes tanto a factores naturales como a la influencia de actividades humanas. Sin embargo, coinciden en que el calentamiento global está exacerbando los incendios. El aumento sin precedentes de las temperaturas terrestres es una de las manifestaciones más claras del cambio climático y una de las principales causas de la intensificación de estos desastres.
Mike Flannigan, profesor de la Universidad de Alberta, destaca que el calor extremo extrae humedad de la vegetación con mayor rapidez, lo que la vuelve más inflamable. “Los combustibles más secos son una parte crítica del fuego, mientras más seco sea el material, más fácil es iniciar un fuego”, expone en una declaración retomada por la cadena CNN.