Además de las variaciones de temperatura, los cambios en las precipitaciones tropicales y los picos de metano figuran entre los factores más conocidos de los incendios forestales que actualmente están devastando Los Ángeles. Esto sugiere un estudio publicado en Nature, el cual asegura que los incendios forestales han aumentado durante el cambio climático del pasado. Según el equipo internacional de investigadores, las pequeñas burbujas atrapadas en el hielo antártico revelaron oleadas de incendios globales coincidentes con cambio de temperatura bruscos.
¿Qué dice el estudio?
El equipo encabezado por Ben Ridell-Young, climatólogo de la Facultad de Ciencias de la Tierra, el Océano y la Atmósfera (CEOAS), analizó muestras de núcleos que contenían una cronología del hielo y el aire, escrita en isótopos de metano, que abarcaba hasta 67,000 años. “El objetivo inicial era descubrir la causa de estos aumentos repentinos de metano durante intervalos recurrentes de cambio climático abrupto durante el último período glaciar“, explicó a Science Alert, Riddell-Young
El metano liberado a la atmósfera suele permanecer por 9 años antes de descomponerse o eliminarse. Un lapso de tiempo lo suficientemente largo como para permitir que se extienda por todas formas y quede atrapado en pequeñas bolsas de aire entre las capas de hielo en lugares como la Antártida. Como explican los autores en el estudio, si el metano procediera de una fuente biológica, como un florecimiento de algas en descomposición, cabría esperar que la composición isotópica disminuyera a medida que aumentaran los niveles de este gas. En cambio, si procediera de las profundidades de la Tierra, por ejemplo de un volcán, la composición isotópica aumentaría junto con el metano atmosférico.
Incendios y cambio climático
A partir del análisis, los investigadores observaron que en algunos casos la composición isotópica del metano había aumentado mucho más de lo que podría hacerlo a partir de una fuente geológica, lo que implicaba la presencia de gas procedente de incendios forestales. Estos escenarios coincidían con épocas de cambios climáticos bruscos, lo que sugiere que los incendios están relacionados con estos sucesos. “Este estudio demuestra que cuando se producen cambios significativos en los patrones de precipitación asociados a un cambio climático abrupto, esto puede desencadenar aumentos masivos en la actividad de los incendios forestales“, explica Riddell-Young.
Los eventos examinados durante el estudio abarcan los de Heinrich, un fenómeno en el que grandes trozos de hielo se desprendieron en masa de la capa de hielo ahora extinta en América del Norte, y los sucesos Dansgaard-Oeschger, en los que se produce un calentamiento drástico en una región determinada en cuestión de décadas, antes de un período de enfriamiento que puede durante cientos de años. “El calentamiento y el enfriamiento regionales han provocado cambios en las precipitaciones, sequías y, según nuestro estudio, un aumento de los incendios”, concluye Riddell-Young. Reafirma que el calentamiento actual podría desencadenar una ‘reorganización’ similar, lo que a su vez podría provocar un aumento similar de los incendios, no obstante, los cambios climáticos bruscos modernos, pasados y sus repercusiones en los incendios siguen siendo dos historias diferentes.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.