La inoperancia del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones y la descoordinación con la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay han convertido a Ciudad del Este en un campo de batalla vial. La reciente apertura de un enorme cráter en la ruta PY02, a la altura del Km 2,5, frente al hospital regional del Instituto de Previsión Social, es una muestra palpable de la negligencia de ambas instituciones. Sin embargo, la mayor responsabilidad la lleva el MOPC, ente que maneja un presupuesto de millones de dólares e ingresos millonarios en concepto de peaje, pero no es capaz de bachear las pocas rutas nacionales existentes a nivel país.

El peligroso agujero dejado por empleados de la Essap tras trabajos en la zona, representa una trampa mortal para los conductores que circulan a alta velocidad. La improvisada señalización con una desgastada cubierta y un tronco de madera resulta insuficiente y vergonzosa, especialmente durante la noche, cuando la visibilidad es prácticamente nula.

La ruta PY02, que conecta a Paraguay con Brasil y soporta un intenso tráfico de camiones y vehículos diariamente, debería ser una prioridad para el MOPC. Sin embargo, la cartera bajo la dirección de Claudia Centurión, parece no tener presencia activa en la capital del Alto Paraná. Las obras de la Essap, que constantemente rompe importantes vías sin repararlas adecuadamente ni coordinar con el MOPC, han transformado calles y rutas en un peligro constante para los ciudadanos.

Desde la Municipalidad de Ciudad del Este, las críticas hacia la Essap son recurrentes. Las intervenciones de la empresa en calles y avenidas dejan un rastro de baches y cráteres que dificultan la circulación y representan riesgos graves. Pero el problema no solo recae en la aguatera: el MOPC, que tiene la responsabilidad de supervisar y mantener las rutas nacionales, no cumple con su deber de reparar estos destrozos.

La gestión del MOPC también ha sido severamente cuestionada por su relación con la concesionaria Tape Porã, que administra parte de la ruta PY 02. A pesar de los constantes aumentos en los peajes del Km. 26, la calidad del servicio sigue siendo deficiente. La ruta permanece plagada de baches, con tramos hundidos, iluminación insuficiente y franjas invadidas por yuyales.

La situación evidencia una alarmante falta de interés por parte de la ministra Claudia Centurión, que a pesar de las críticas, mantiene el respaldo del presidente Santiago Peña. Este apoyo incondicional a una gestión claramente ineficaz genera indignación entre los ciudadanos, quienes exigen soluciones concretas y una mayor coordinación entre las instituciones responsables.

El caso del “cráter” en el Km. 2,5 de la ruta PY02, es un llamado de atención. No solo se necesita una reparación urgente, sino también un replanteo de la coordinación entre la Essap y el MOPC para evitar este tipo de situaciones, que en cualquier momento podrían tener un desenlace fatal.