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Seguridad

La pesadilla que los palestinos viven diariamente al usar Google Maps en Cisjordania

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Bourdeau explicó a WIRED que Google está contactando de forma proactiva con organizaciones y proveedores de datos de la región para actualizar la información sobre carreteras, nombres de calles y lugares en Cisjordania.


Un bombardeo israelí contra Gaza.

La Comisión Especial de la ONU publicó un informe que compara las operaciones militares israelíes con el crimen más grave del derecho internacional. Los expertos documentaron el bombardeo indiscriminado de civiles y el recurso sistemático de la hambruna como arma de guerra.


Bourdeau describe Cisjordania y sus alrededores como zonas complejas de cartografiar debido a la constante evolución de las condiciones sobre el terreno y a la falta de coherencia y definición de los datos disponibles. Google Maps se mantiene neutral en cuestiones geopolíticas, afirma.

El mes pasado, Google Maps lanzó una actualización para ayudar a los usuarios a buscar fácilmente direcciones en Cisjordania. Bourdeau afirma que, en total, Google Maps ha añadido unos 8,000 kilómetros de carreteras en Cisjordania y Gaza desde 2021. Nour Nassar, directora general del ministerio de Telecomunicaciones y Economía Digital de la Autoridad Palestina, que gobierna partes de Cisjordania, dice a WIRED que aprecia los esfuerzos de Google.

Agravios de larga data

El asalto israelí a Gaza ha puesto de relieve lo que algunos palestinos consideran un apartheid digital. Pequeños grupos de trabajadores de varias empresas tecnológicas han protestado por el hecho de que servicios comunes como YouTube e Instagram se denieguen a los palestinos o funcionen de forma menos eficaz para ellos. Google Maps, en particular, ha sido una fuente de frustración latente durante años.

En 2018, 7amleh, una organización palestina de derechos digitales, publicó un informe sobre herramientas de mapeo que acusaba a Google de supuestamente tomar decisiones de diseño en su aplicación que perjudicaban a los palestinos y ayudaban a legitimar las opiniones del gobierno israelí sobre el territorio en disputa.

“Google Maps, como el mayor servicio mundial de cartografía y planificación de rutas, tiene el poder de influir en la opinión pública mundial y, por tanto, tiene también la responsabilidad de respetar las normas internacionales de derechos humanos y ofrecer un servicio que refleje la realidad palestina”, decía el informe.

Dado que los mapas en línea se han convertido en la principal forma que tienen miles de millones de personas de entender el mundo que les rodea, la forma en que las empresas tecnológicas como Google representan y etiquetan zonas y territorios políticamente sensibles suele generar reacciones públicas y debates filosóficos. Algunos países, como Estados Unidos, India y China, han impuesto requisitos específicos a los proveedores de mapas a lo largo de los años. Pero los problemas de Cisjordania se centran en una característica específica, la navegación, que históricamente no ha atraído tanta atención pero que, ahora más que nunca, plantea verdaderos temores de seguridad para los usuarios.


El gasto militar en el mundo.

La escalada de los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, junto con las crisis de Sudán y Myanmar, está impulsando a los gobiernos a aumentar el gasto militar.


Buttu, que viaja regularmente a la ciudad de Ramala (Cisjordania) desde su casa de Haifa (Israel) por trabajo y para visitar a sus amigos, afirma que Google Maps la ha llevado por caminos inconveniente muchas veces en los últimos años. “El mapa me ha pedido que siga derecho cuando en realidad frente a mí se alza, por ejemplo, un muro que está ahí desde 2003”.

Otros se han topado con el mismo muro cerca del puesto de control de Qalandia, que separa Jerusalén de Cisjordania. Estar a punto de chocar contra él se ha convertido en una especie de rito de paso. “Una vez intentaba llegar a una oficina que estaba en un barrio de Jerusalén Este y Google Maps me falló por completo”, cuenta Leila, que trabaja para una empresa estadounidense a distancia desde Ramala y pidió que sólo se utilizara su nombre de pila por motivos de privacidad. “Quería que fuera por una carretera que estaba completamente cortada por el muro”.

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